El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) acaba de revocar una sentencia contra un zaragozano, Bruno C. S., por orientar a una menor de edad, por entonces amiga suya, acerca de cómo prostituirse y buscarse clientes. Fue condenado a dos años de prisión por la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Los magistrados del TSJA señalan en su sentencia que esta joven ejerció «actividades sexuales con terceros de forma libre y voluntaria» y que la intervención del hombre «fue la de indicarle la existencia de páginas web y medios de contacto con posibles clientes sin otra intervención por su parte y sin recibir contraprestación de ningún tipo».

Añaden que dicha forma de actuar por parte de Bruno C. S. «no encaja en los actos de inducir, promover o facilitar la prostitución, lucrándose de ello, tal y como se establece en el artículo 188.1 del Código Penal».

El abogado del ahora absuelto, Nabil Germán Gorgees, recurrió la sentencia condenatoria, alegando que había un error en la valoración de la prueba. El tribunal han aceptado su recurso, si bien rechazan que en su alegato que fuera desconocedor de que tenía 17 años. No obstante le dan la razón en cuanto a que la joven «expresamente declaró que ella lo hizo sola, que en ningún caso hubo contraprestación económica con respecto a Bruno C. S. y que tal actividad fue corta en el tiempo pues se dedicó a recibir tratamiento y dejó la prostitución».