La Audiencia Provincial de Zaragoza ha absuelto a Joaquín M. T., un promotor que estaba acusado de una estafa en Tauste. Este hombre se declaró inocente y afirmó que «lo único que ganó fue un cáncer, un íctus y la ruina».

Los magistrados señalan en su sentencia que «no ha quedado acreditado» que el procesado, defendido por el abogado Javier Notivoli, «tuviera intención de engañar a los compradores al vender los 23 pisos de la promoción sin haber entregado la licencia de ocupación».

El tribunal destaca que dicha autorización no la consiguió por las filtraciones de agua que sufrió el edificio. Unas deficiencias de las que Joaquín M. T. no es el responsable, ya que, según el informe pericial de un ingeniero, «se produjo por un error en el diseño de impermeabilización del sótano, apareciendo el nivel freático a cota baja de zapata».

Es más, añaden que la voluntad de solución del acusado era patente porque instaló unas bombas de achique con la luz de obra, si bien al quitarla para dar de alta la instalación eléctrica normal, así como el gas, se produjo una inundación de los garajes al dejar de funcionar el sistema de evacuación del agua.

Este hombre se enfrentaba a un año y medio de prisión. La Fiscalía no pedía indemnización porque vendió un coche y con la herencia de su madre trató de compensar a los propietarios de las viviendas. De hecho, la mayor parte de ellos rechazó la acusación durante el juicio.