Pese a que eran conscientes de que faltaban vigas y de que no se habían repuesto las piezas rotas de la carpa de Oktoberfest, que en las Fiestas del Pilar del 2016 se vino abajo e hirió gravemente a una joven, los responsables de la misma fueron absueltos. Se debe, tal y como explicó el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza en la lectura de la sentencia, a que la víctima decidió perdonar a los encausados, Sergio Espinosa Fernández y Luis Gorrachategui Segura.

Inicialmente afrontaban 3 años de prisión e inhabilitación para trabajar en su oficio, si bien la Fiscalía de Zaragoza decidió llegar a un acuerdo con los encausados, con la condición de que estos admitieran los hechos a la vez que el ministerio público tenía en cuenta un informe pericial propuesto por las defensas en el que se señalaba que «la causa claramente más probable del arranque de la pieza de soportación y sus remaches, que provocó el desprendimiento de la correa y el accidente, fue el mal estado de los remaches de dicha pieza de soportación». A ello añadía que «el deterioro y el mal estado de la misma era difícilmente perceptible por los acusados, quienes no la colocaron, y a la distancia del suelo en la que se hallaba obstaculizaba o impedía su comprobación».

Ello, conllevó que el delito inicial de lesiones graves por imprudencia fuera sustituido por uno de lesiones menos grave que, sumado a que la víctima decidió retirar su acusación particular tras ser indemnizada por las aseguradoras Zurich, Mapfre y Axa (representadas por los abogados Virginia Laguna, Fermín González y Antonio Sierra), hizo que la responsabilidad penal de Sergio Espinosa Fernández y Luis Gorrachategui Segura se extinguiera y de ahí que hayan sido absueltos, a pesar de la admisión de unos hechos ocurridos en el recinto ferial de Valdespartera un 8 de octubre del 2016.

Como consecuencia de la caída de la viga del techo, la víctima, de 37 años, tiene graves secuelas que van desde la incapacidad permanente total para su profesión habitual hasta la reducción de sus expectativas en otras actividades, «lo que genera daños morales y patrimoniales, aparte de gastos de asistencia sanitaria futura». La carpa en la que ocurrieron los hechos tenía un aforo máximo de 3.057 personas.