La defensa de la abuelastra y del padrastro de la niña Naiara, muerta tras recibir una brutal paliza de su tío político por no saberse una lección, ha solicitado la comparecencia como testigo de la madre de la menor asesinada para declarar a favor de sus clientes, acusados de maltrato continuado.

En su escrito de petición a la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca, el letrado considera fundamental este testimonio para aclarar si se produjeron o malos tratos por parte del abuelastra y el padrastro. Afirma que la madre no sólo estaba con la niña a diario antes de irse a trabajar fuera de Sabiñánigo, sino que en los días previos a su muerte, recibió información diaria sobre la niña a través de sus parientes políticos.

Añade, además, que la madre de Naiara era quien mejor conocía a su hija como tenedora de su custodia y, por tanto, las vivencias que experimentaba la niña en su entorno familiar. Esta petición se produce días después de prestar declaración judicial tanto la abuelastra como el padrastro aseguraron que la relación que mantenían con la menor era de afecto y que la convivencia familiar no estaba marcada ni por la disciplina ni por castigos.

La abuelastra relató ante el juez que la niña se comportaba de una forma «muy cariñosa» hacia ella, que le llamaba «abuela», y que la relación entre ambas era «muy buena». Afirmó, además, que la convivencia en la casa familiar en Sabiñánigo se desarrollaba e con normalidad.