Un vecino de Huesca está siendo investigado por, supuestamente, agredir sexualmente a una compañera de clase de su hija de 16 años y también a una amiga. Contactó con ellas a partir de la agenda del teléfono móvil de la menor y llegó a enviarles mensajes de WhatsApp que llevaron al Cuerpo Nacional de Policía a detenerle.

Los hechos denunciados tuvieron lugar en diciembre cuando J. I. M. habló con una de las menores, que tiene reconocida una discapacidad del 36%, a la que le pidió que le hiciera un favor. No podía imaginarse esta chica que este hombre de 43 años le iba a proponerle realizarle sexo oral y que «si le podía conseguir una amiga suya entre los 14 y los 25 años». La joven, asustada, le dijo que sí, que le mandaría contactos de chicas y no se le ocurrió otra solución para escapar de ese momento de presión que buscar anuncios de prostitutas por internet y enviarle los teléfonos a J. I. M.

Cesó la conversación hasta que en días posteriores comenzó a recibir mensajes, tales como: «Hola mi princesita, buenos días, qué tal amaneció mi tesorito bello» y proponiéndole quedar en algún sitio. La menor le contestó que sí para intentar que la dejara en paz.

Pero no acabó ahí y un 14 de diciembre, el sospechoso, según la investigación llevada a cabo por la Policía, le escribió diciéndole que «estaba enamorado de ella» y que «quería que fuera su novio». Ella le dijo que eso era ilegal, pero la respuesta fue que «para el amor no había edad», que necesitaba mantener relaciones sexuales con ella y le explicó que era fetichista de ropa interior y, en concreto, de tangas y que quería uno de ella. Incluso le propuso pagarle 15 euros a cambio de ello y que si había penetración cuánto le cobraría.

Finalmente, para quitarse a este hombre de encima, la víctima, asistida por la letrada Estela Marcuello, accedió a quedar con él y entregarle una prenda de este tipo. Se citaron en un parque de Huesca, pero este le afirmó que necesitaba saber que de verdad era de ella y le solicitó verlo. La menor, presionada, le espetó: «Yo me lo quito y te lo doy, pero tú no me tocas» y accedió a ir a un piso del que tenía llaves el sospechoso. Fue allí donde se habría producido la agresión sexual. Unos hechos que destaparon otros similares sufridos por una amiga de la hija de este hombre, defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero. La jueza instructora acaba de procesarle por agresión sexual e incitación a la prostitución. Se encuentra en prisión provisional.