El aislamiento térmico y la falta de accesibilidad son las principales carencias en los edificios residenciales en España, país en el que hay más de cinco millones de viviendas con más de cuatro plantas y sin ascensor.

Así lo ha apuntado este miércoles el miembro del Grupo de trabajo sobre Rehabilitación (GTR) y director del Observatorio Ciudad 3R, Juan Rubio de Val, en el marco de las VI Jornada de la Cátedra Zaragoza Vivienda de la Universidad de la capital aragonesa, que abordan las metodologías y herramientas de las que disponen las ciudades para cambiar y adaptarse a las necesidades de la sociedad y el entorno.

Necesidades que se traducen también a nivel local, como en Zaragoza, donde todavía existen más de 40.000 viviendas de más de cuatro plantas que no cuentan con ascensor.

En cuanto a la eficiencia térmica, el director del Observatorio Ciudad 3R ha subrayado que si se subsanan esas "carencias de origen" en materia de aislamiento térmico, los hogares ganan en ahorro (con un 50 % menos de gastos en su factura) y en salud, ya que las condiciones de confort son "muchísimo mejores".

En cualquier caso, ha señalado que además de hablar de rehabilitación también hay que poner el foco en la regeneración urbana, ya que "de nada sirve tener un edificio bien rehabilitado en un barrio que no cumple unas mínimas condiciones".

Rubio del Val ha manifestado que sería necesario multiplicar por diez la inversión en rehabilitación para cumplir los retos ambientales a los que se ha comprometido España.

Y ha citado como ejemplo el caso de Aragón, donde existen unas 330.000 viviendas construidas entre 1940 y 1980.

En sus palabras, con el ritmo actual de rehabilitación- que apenas llega a las 300 viviendas- llevaría más de cien años completar el objetivo de rehabilitarlas.

Una idea en la que ha coincidido la directora de la Cátedra Zaragoza Vivienda, Belinda López, quien ha advertido de que las rehabilitaciones se desarrollan a "velocidades bajas" y que hay que incrementar.

Además, ha señalado que aunque la reducción de gases de efecto invernadero es un "motor" de impulso para la rehabilitación, no se trata del "único problema" de sostenibilidad, ya que ser sostenibles también pasa por aspectos sociales y económicos.

Por su parte, el concejal de Vivienda zaragozano, Pablo Híjar, ha aludido al "retraso histórico" a nivel general en materia de rehabilitación, a pesar de que durante su mandato con Zaragoza en Común hayan recuperado esas políticas prácticamente desaparecidas en la ciudad, ha dicho.

"El Plan Estatal de Vivienda tiene que tener una multiplicación de sus fondos, no puede ser que este país solo dedique 500 millones de euros a las políticas públicas de vivienda, donde se incluyen las de rehabilitación", ha censurado Híjar, para quien la cifra es "ridícula".

En este sentido, ha considerado que en el próximo mandato municipal será necesario multiplicar los fondos destinados a estos efectos, con el objetivo de llegar a una inversión de 10 millones de euros al año.