La lista de espera para acceder a la unidad del sueño ha bajado en los últimos tiempos, aunque la gran demanda existente provoca que la demora en el hospital zaragozano Miguel Servet se acerque al año en lo que a casos cotidianos se refiere. No es así en los graves y preferentes, ya que los primeros --personas con más de una patología, víctimas de enfermedades graves o trabajadores en puestos de riesgo como conductores-- se abordan de forma inminente y los segundos con no más de dos meses de tiempo. «Tenemos una lista de espera grande, pero como en todo el país debido a la gran prevalencia de un problema que afecta al 5% de la población. La demanda es brutal también porque se diagnostica cada vez más y porque cada vez hay más personas afectadas», indicó Salvador Bello, jefe del servicio de Neumología del Servet.

Pero el hospital continúa trabajando para reducir esta lista de espera. De hecho, hace apenas un mes se incorporó una nueva enfermera, lo que hará que se dupliquen los estudios nocturnos. «En el 2016 hicimos más de 2.300 estudios del sueño en Neumología. La mayor parte fueron a domicilio y 36 al mes se llevaron a cabo en el hospital porque había tres camas y una sola enfermera. Ahora, con otra, podremos hacer el doble», indicó Bello.

NEUROFISIOLOGÍA

A la unidad también puede accederse a través de la especialidad de Neurofisiología, a la que derivan desde, por ejemplo, Otorrinolaringología y que cuenta con una demora mucho menor. «Estamos en alrededor de 40 días de máximo» aseguró Isabel Dolz, neurofisióloga del Servet. En esta disciplina hay una parte de consultas, solo para adultos, y otra de laboratorio en la que se hacen las pruebas tanto a adultos como a niños. En este sentido, la incidencia en los menores ya registró un importante incremento el año pasado. «Para todas las operaciones de vegetaciones piden estudios de sueño y el volumen de estos pacientes fue aumentando de forma notable. Por eso, se incrementaron las pruebas en el domicilio porque la lista de espera se nos iba de las manos. Llegamos a los 90 días en niños y ahora estamos en 40», matiza la doctora.

En esa parte de laboratorio se realizan estudios de sueño para descartar apnea en la población infantil y las consultas se centran en pacientes con insomnio, narcolepsia o terrores nocturnos, es decir, patologías no respiratorias --de la apnea se encarga Neumología--.

El perfil de personas afectadas por la apnea -el principal trastorno respiratorio tratado en esta especialidad- es el de una persona obesa y con grasa en el tejido de la garganta. La ingesta de fármacos para dormir o el alcohol también actúan como factores de riesgo.

CLÍNICO

La unidad del sueño se encuentra en todos los hospitales de la comunidad. También en el Clínico, donde la demora ha registrado una importante reducción en los últimos meses, aunque, en este caso, no se trata de una unidad específica sino de un grupo de trabajo que ha conseguido bajar la espera de 23 a 8 meses para la realización del estudio --pasar la noche en el hospital para analizar el sueño del paciente--. «Antes se hacían apenas 5 o 6 al mes y ahora se ha pasado a 12», indicaron fuentes del hospital. Así, la lista de espera de pacientes procedentes de Neumología se ha reducido de 1.800 hace dos años a los 850 en la actualidad. «No es propiamente una lista, sino una agenda gestionada por los propios neumólogos que priorizan al paciente en función de sus antecedentes, profesión o riesgo vascular asociado. Por ejemplo, una persona que maneja una grúa, un camionero o una víctima de un accidente cardiovascular se tratan rápidamente», explicaron estas mismas fuentes.

En total, el Clínico realiza unos 75 estudios de sueño al mes, ya sea en el propio hospital o de forma ambulatoria en el domicilio del paciente. «Hay agilidad, pero la demanda sigue creciendo», dicen desde el centro.

Desde hace unos seis años, los hospitales se vienen esforzando en reducir la demora a base de esos estudios domiciliarios que le han permitido triplicar el número de pruebas mensuales. Se realizan a pacientes seleccionados por su fácil diagnóstico y consta de un aparato que controla su sueño por la noche en su casa. Una tarjeta registra los datos, que se entregan al día siguiente en el hospital.

Hasta un tercio de la población sufre problemas de sueño e incluso hay quien tiene declarado el grado 2 o 3 de dependencia. Solo en la capital aragonesa hay alrededor de 5.000 personas con este aparato en su domicilio. HSFlb