Aragón está viviendo una semana negra en lo que a accidentes laborales se refiere. Desde el pasado miércoles, tres personas han perdido la vida en siniestros ocurridos durante la jornada laboral y otra ha resultado gravemente herida. Con estos últimos sucesos, el número de fallecidos en la comunidad en lo que va de año asciende ya a 34, 10 de ellos en desplazamiento, modalidad que supera en un 500% a la que se registró en el 2017, cuando hubo dos. Además, paralelamente, las lesiones calificadas de graves han aumentado en un 12%.

Un albañil de 25 años que iba al trabajo es, por ahora, la última víctima de accidente laboral registrada en Aragón. El joven falleció pasadas las ocho de la mañana de ayer cuando su vehículo, un Renault Clio, colisionó frontalmente con un BMW en la A-1503, en el término municipal de Sabiñán. El conductor del otro turismo, director del Banco Santander de Illueca, resultó con heridas leves en principio, según manifestaron fuentes de los equipos de emergencia.

Los accidentes laborales se reparten por toda la geografía aragonesa. Así, el pasado miércoles resultó arrollado mortalmente por una retroexcavadora un trabajador que se hallaba en una industria de transformación agrícola en Poleñino, en Huesca.

Además, también el miércoles, un agricultor perdió la vida en el término de Gurrea de Gállego, en la misma provincia. La víctima, J. A. P., de 52 años, murió aplastada por una máquina sembradora con la que se encontraba trabajando y que volcó por causas que se están investigando.

En la jornada del jueves, a las 11.45 horas, una limpiadora se produjo múltiples fracturas graves al hundirse el suelo y caer siete metros cuando limpiaba una oficina en la estación Delicias-Zaragoza, en la capital aragonesa. Y, finalmente, ayer, un joven de 25 años de Jarque de Moncayo murió en un accidente de tráfico cuando iba al trabajo al chocar su coche con otro automóvil cerca de Sabiñán.

DESCOORDINACIÓN / «Estamos en un contexto negro para los accidentes laborales», señaló ayer José de las Morenas, secretario de Política Industrial y Salud Laboral del sindicato UGT y experto en prevención de riesgos laborales. «Nos hallamos muy por encima del 2017 en siniestralidad», subrayó. «La actividad se ha duplicado y ha pasado lo mismo con las afiliciaciones a la Seguridad Social, pero eso no puede justificar que se baje la guardia», advirtió el responsable sindical.

De las Morenas hizo un llamamiento a extremar las medidas de prevención en los trabajadores y en las empresas y denunció que detrás de las preocupantes cifras se esconde «una falta de inversión en prevención».

Desde su punto de vista, este fuerte repunte de la accidentabilidad tiene como origen problemas de coordinación en el ámbito laboral. En el 2017, el número de muertos fue, hasta el 30 de septiembre, de 24, de los cuales dos se produjeron in itinere, es decir, en el viaje de ida al puesto de trabajo o en el de vuelta.

Este año, en cambio, hasta que terminó septiembre, el número de accidentes laborales en desplazamiento ha sido de 10, lo que apunta a un abrupto incremento de este tipo de siniestralidad.

José de las Morenas estudia las causas de todos los accidentes laborales que se producen en la comunidad aragonesa. Y en este sentido considera que la reactivación económica por la que pasa en la actualidad la economía española se ve empañada por la elevada siniestralidad laboral, por lo que pide que se extremen las medidas de seguridad previstas en los protocolos de actuación de las empresas.