La sociedad empresarial Acciona ha hecho entrega formalmente a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de la central hidroeléctrica ubicada en el municipio pirenaico de Campo (Huesca), tras finalizar el periodo de concesión dado para su explotación.

Según informa el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), la entrega se ha llevado a cabo formalmente mediante la firma de un acta, mientras la central se encontraba en una situación de "parada segura", con las compuertas cerradas y sin turbinar caudales.

La resolución ministerial que ordena la reversión de central obliga a la CHE a gestionar de manera provisional, por un periodo máximo de dos años, las instalaciones, a la espera de la puesta en marcha de forma paralela de un concurso público para una nueva adjudicación del aprovechamiento.

Las fuentes citadas subrayan que la extinción de las concesiones hidroeléctricas y la reversión al Estado de estos aprovechamientos son procedimientos establecidos en el Texto Refundido de la Ley de Aguas y en el Reglamento del Dominio Público Hidráulico.

La firma del acta de reversión ha sido dada a conocer al Ayuntamiento de Campo, donde se ubican las instalaciones, y a la Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa), que en reiteradas ocasiones han reclamado que los beneficios derivados de este proceso se destinen a inversiones en las zonas afectadas por las presas.

Sobre el proceso de reversión de la central de Campo pesa aún un recurso contencioso administrativo interpuesto por Acciona ante la Audiencia Nacional para reclamar la nulidad de la resolución ministerial que decreta la extinción de la concesión.

Las instalaciones de la central de Campo disponen de una potencia total de 1.670 kilovatios y son capaces de turbinar un caudal de 20 metros cúbicos por segundo.

Este salto consta de un embalse que recoge las aguas del río Ésera y los caudales turbinados en la central hidroeléctrica de Argoné, así como del propio edificio donde se ubica la central.