La promesa de no subir los impuestos se cayó a los pocos meses de ganar el PSOE las elecciones. El 23 de agosto, el teniente de alcalde, Carlos Pérez, advertía que la deuda les podía obligar a subir más del IPC. En octubre se propuso triplicar este índice en el 2004, y los socialistas se descolgaron con una propuesta del 25% para el IBI, moderada hasta el 12% final tras una agria discusión con CHA. Ahora, la propuesta técnica es del 43% y el alcalde sugiere que se partirá del 12%.