Justo S. S. aceptó ayer una condena de un año de prisión por el delito de malversación impropia que cometió al intentar eludir un embargo de la Seguridad Social por el impago de sus cotizaciones como empresario.

El hombre satisfizo antes del juicio la deuda de 4.800 euros que había contraído, con lo que el fiscal aceptó rebajar por la reparación del daño la pena de tres años de prisión que solicitaba inicialmente, y así la entrada en la cárcel podrá quedar suspendida.

Los hechos derivan de unos impagos a la Seguridad Social del 2009, por los cuales esta instó el embargo de diversa maquinaria de la empresa del moroso, que tenía en una nave alquilada para su empresa. Cuando se los requirieron explicó que se habían quedado en el recinto, pero cuando el organismo público se dirigió al dueño de la nave, este explicó que al desahuciarle de allí no había quedado nada dentro, como luego se pudo constatar a través del Juzgado de Paz de Cuarte de Huerva.