Un joven de origen marroquí aceptó ayer una condena de dos años y medio de prisión por apuñalar en el abdomen al portero de un pub de la zona de Caldereros, en Alcañiz, en la madrugada del 3 de marzo del año pasado. El joven siempre había sostenido que la lesión se produjo en un forcejeo, aunque sí admitía que el cuchillo lo había llevado él, para asustar a la víctima, de origen colombiano, tras una discusión previa esa misma noche.

Su letrado, el caspolino Javier Catalán, consiguió con un recurso ante la Audiencia Provincial, que el caso se juzgase como delito de lesiones y no como tentativa de homicidio. Ayer alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para que esta reconociese la influencia del alcohol en la pelea y rebajase la pena que solicitaba, cinco años, a la mitad. Con ello, al joven solo le queda un mes de estancia en prisión para poder obtener permisos penitenciarios.

Aunque, según explicó su letrado, puede encontrarse con el problema de tener retirado el permiso de residencia --en este momento está pendiente de un recurso--, además de no poder pagar los 17.000 euros que incluye la condena.

El problema de la residencia también lo tiene la víctima, sobre la que pesa una orden de deportación que la Fiscalía había ordenado no ejecutar, al necesitarle como testigo. Ayer, de hecho, no se presentó en el juicio como perjudicado.