Juan Carlos Cobo Aranda aceptó ayer una condena de seis meses de prisión por estafar 3.000 euros a una empresa que le hizo un pedido de material deportivo (cascos para artes marciales) que nunca llegó a suministrar. El hombre reconoció que se hizo pasar por responsable de una filial de una conocida marca del ramo, pero aclaró a través de su abogado, Enrique Ascaso, que su mujer, pese a que figurase en la sociedad, no se encargaba de la gestión.