El autor José Luis Acín charlará hoy sobre la historia y las huellas de los pireneístas, en un encuentro que forma parte del programa cultural "Vidas y Rutas" organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza.

El programa "Vidas y Rutas", que se celebra en Centro Cívico Universidad, invita a vivir las experiencias de vida y de viajes de diferentes personajes que tienen historias que transmitir, haciéndoles participar de otras perspectivas viajeras, ha informado el consistorio.

Así, el turno de hoy corresponde a José Luis Acín, nacido en Piedrafita de Jaca (Huesca) en el año 1963, licenciado en Geografía e Historia y coordinador del Área de Publicaciones del Gobierno de Aragón.

Ha centrado sus trabajos de investigación en temas etnológicos del Pirineo aragonés, así como en la historia del pirineísmo, en los que combina los textos con sus propias fotografías.

El autor de "Tras las huellas de Lucien Briet. Bellezas del Alto Aragón" pertenece de hecho, y por derecho, a esa gran familia de personas amantes de las montañas.

Es decir, a esa "larga nómina de personas, de nombres que han gustado de sus encantos y maravillas, que han rozado el paroxismo al encontrarse en sus dominios, a las que tienen que volver con cierta asiduidad para encontrarse bien física, espiritual y anímicamente", han subrayado las mismas fuentes.

Colaborador de diversas revistas especializadas y medios de comunicación, Acín ha impartido también numerosas conferencias y ponencias en congresos.

Es miembro, asimismo, de asociaciones y centros de carácter cultural e investigador, como Rolde de Estudios Aragoneses, Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR, del que es co-director) o Amigos de Serrablo.

Ha dirigido distintos planes editoriales y colecciones, y ha sido director hasta mediados de 2005 de la revista La Magia de Aragón.

En su conferencia, hablará sobre el inicio del descubrimiento, o redescubrimiento, del Pirineo, desde finales del siglo XVIII.

Una labor que realizaron los que, desde inicios del XX que acuñara el término Henri Beraldi, se denominarían pirineístas.

Es decir, aquellos que tenían la capacidad física para llegar a cualquier punto, la sensibilidad para captar todo lo que se desplegaba ante sus ojos y la habilidad para transmitirlo de cualquier modo, por la imagen o por la palabra.