Puede ocurrir que al señor inspector se le haya ido la pinza y quiera ejercer de brigada político-social por su cuenta y riesgo. Puede ser. Si es así, ya tarda la consejera en revocar su orden y en destituirlo. De no hacerlo, estará dando cobijo a esa parte del PP que de vez en cuando se exhibe en cualquier lugar rememorando otros tiempos. Si realmente el señor inspector ha actuado por encargo, la metedura de pata es aún mayor. Por eso la DGA debe aclarar, no callar, y actuar ya.