Los fabricantes de papel higiénico aún no se explican lo que está pasando estos últimos días. Su producto desaparece rápidamente de los lineales y se amontona en los trasteros de algunos ciudadanos, lo que está disparando la actividad en las plantas del sector. Lo saben bien en la fábrica que el grupo italiano Industrie Cartarie Tronchetti tiene en El Burgo de Ebro, que produce papel higiénico, de cocina, servilletas y pañuelos bajo la marca Foxy.

«La semana pasada nuestros pedidos de papel higiénico subieron un 25% y estos días el incremento alcanza el 50% respecto a lo que sería habitual», destaca a este diario el director general de la planta, José Luis Pérez Quintana, que recuerda que la fábrica suministra a España y el sur de Francia.

El grupo ha tenido que incorporar un turno de trabajo los sábados (algo inaudito en esta época del año) para poder dar respuesta al incremento de la demanda. «La verdad es que nos ha sorprendido mucho y no entendemos muy bien este miedo; sobre todo cuando no prevemos ningún problema de abastecimiento si el transporte no falla, algo que no está ocurriendo. Quizá ha podido producirse un posible efecto espejo porque en Reino Unido o Australia también ha sucedido, pero allí tiene más sentido porque como son islas pueden temer problemas de exportación», explica Quintana, que confía en que la situación se normalice en unas dos semanas.