Las fiestas patronales en las localidades aragonesas que coinciden en celebrarse en el mes de agosto elevan el consumo de droga en la comunidad. Paralelamente, la Policía de Zaragoza ha incrementado estos días la presión contra los pequeños traficantes, con especial incidencia en el Casco Viejo, principal punto de referencia en la distribución de hachís.

Desde que comenzó la semana actual, los agentes de la comisaría de Centro, en cuyo distrito se encuentra el Casco , han detenido a ocho camellos que fueron sorprendidos mientras realizaban pequeñas transacciones.

Los últimos arrestos se registraron en la tarde del pasado martes, cuando fueron detenidas tres personas en dos actuaciones distintas. En uno de los casos, un traficante fue sorprendido en la calle de San Pablo cuando vendía dos pequeñas pastillas de hachís a una adolescente de quince años.

En la otra operación, los sospechosos eran una pareja de 25 y 28 años, respectivamente, que fue sometida a vigilancia por los agentes en la calle Cerezo hasta que descubrieron su modus operandi .

Los traficantes tenían escondida la droga en un desagüe para la lluvia. Allí fueron encontradas cuatro barras de hachís que dieron un peso de 25,4 gramos.

Según comentaron fuentes policiales, "pese a que muchos zaragozanos han salido de la ciudad de vacaciones, esta situación se compensa con las personas que acuden de los pueblos a proveerse de droga, por lo que la actividad de los traficantes apenas disminuye en agosto".

El pasado lunes fueron detenidos otros tres camellos en la calle Cerezo, donde también fue sorprendida la pareja, y otros dos en la plaza de la Magdalena. "En los últimos años, el mercado del hachís está controlado en el Casco Antiguo por personas de origen magrebí, que han sustituido a los antiguos clanes que la distribuían desde pisos", explicó un vecino de la calle Boggiero.

No obstante, además del tráfico callejero, quedan todavía en el sector algunas viviendas donde se venden otras drogas, principalmente pastillas y heroína, cuyo consumo sigue en descenso por las repercusiones que acarrea en el contagio de enfermedades, según manifestaron las citadas fuentes policiales.