Un acuerdo in extremis entre la Fiscalía de Zaragoza, la acusación particular y los abogados de la defensa puso ayer fin al prolongado pleito en torno a las supuestas estafas inmobiliarias de Fincas Atlanta, cuya vista oral debía comenzar hoy. En unos casos, el fiscal retiró las acusaciones y en otros decidió solicitar una pena inferior a la que figuraba en su escrito de acusación, motivos por los que todos los letrados de la defensa (entre ellos Celia Gil Lagunas, José Luis Melguizo, Fernando Lacruz y Rafael Ariza) mostraron la conformidad de sus clientes. Además, se aplicaron las atenuantes de reparación del daño y de dilaciones indebidas.

El principal acusado, Eduardo Lacasta, dueño de Fincas Atlanta, se enfrentaba inicialmente a 16 años de cárcel, pero tras el acuerdo de ayer la pena quedó reducida a seis años, según explicó su letrado, Fernando Lacruz, que indicó que su cliente había hecho frente a las responsabilidades pecuniarias en que había incurrido. Se le condena por estafa y grupo criminal organizado, entre otros delitos. Lacasta no irá a la cárcel al no superar ninguna pena los dos años, al tiempo que su hijo resultó absuelto. En el resto de casos, casi todos de personas de su entorno familiar o profesional, se impusieron penas de uno a dos años, por lo que evitan ir aprisión. Lacasta, con otros 10 acusados (testaferros, administradores, contable y director financiero), creó un entramado de empresas con el que consiguió burlar la ley en numerosas operaciones inmobiliarias.