El sonido característico en Zaragoza ayer era el del agua cayendo por las canaleras. Parecía, por momentos, que llovía, pero era el efecto que provocaba la nieve derritiéndose en los tejados y en los árboles. La capital aragonesa ha sobrevivido sin grandes traumas a la borrasca 'Filomena', aunque si bien el sábado el principal problema estuvo en la circulación, ayer se registraron incidentes de un rango mayor en algunas estructuras. La imagen más llamativa fue la de la bóveda de la Feria de Muestras, que se hundió parcialmente por el peso de la nieve acumulada.

Ocurrió sobre las 12.00 horas del medio día y la cubierta afectada fue la del pabellón cuatro. La techumbre de forma semicircular quedó abombada por el peso de la nieve acumulada en las 24 horas anteriores, lo que resultó muy llamativo para muchos zaragozanos puesto que la bóveda es visible desde la carretera de circunvalación Z-40.

La institución ferial está evaluando la magnitud de los daños materiales y ya han encargado un estudio para ello. Está por ver si se requerirá una «simple reparación» porque se ha roto una cercha o será necesario sustituir la cubierta al completo, según explicó a este diario el presidente de la Feria de Zaragoza y de la Cámara, Manuel Teruel. «Los peritos serán los que determine y tan pronto como sea posible se arreglará», apuntó.

Por el momento no se puede conocer con exactitud cuál es el alcance real de la encorvadura de la bóveda como consecuencia del temporal, ya que no es recomendable entrar al interior del recinto ferial por la acumulación de nieve. «Hasta que no se derrita es peligroso estar ahí», apuntó.

La Feria de Zaragoza estaba vacía en el momento en el que ocurrieron los hechos, por lo que no se produjeron daños personales. Tampoco resultaron perjudicados los equipos del hospital de campaña instalado en este recinto, puesto que no está en el pabellón afectado por las nieves.

Los bomberos actúan

Los Bomberos de la capital tuvieron que actuar también en Mercazaragoza, en donde se desprendió un alero de 300 metros de longitud de uno de los muelles de carga. El incidente no tuvo consecuencias graves y no comprometió el servicio del centro logístico, donde también se realizaron labores de limpieza de nieve para despejar los viales. Por la tarde ya habían comenzado las labores para reparar la estructura, que se vino abajo por el peso de la nieve acumulada.

Asimismo, el colegio privado Don Bosco de Zaragoza, situado en el barrio de Vadorrey, sufrió daños materiales importantes cuando la techumbre de uno de sus edificios se derrumbó por la misma causa. En total, según el ayuntamiento, habría cuatro aulas afectadas aunque los bomberos simplemente aseguraron la zona y balizaron el entorno. También tuvieron que intervenir en la residencia de animales Miraflores.

El acceso a los hospitales ha sido uno de los puntos más vigilados por los operativos de limpieza durante todo el fin de semana. Y, aunque este estuvo garantizado durante todo el día, el hospital Clínico Lozano Blesa vio como dos de las tiendas de campañas instaladas por el Ejército como apoyo al servicio de Urgencias se desmontaban por la nieve acumulada sobre sus lonas.

Estas carpas sirven como espacio extra para los sanitarios y en ella se realiza el triaje de los pacientes que llegan hasta el hospital. El incidente no fue grave, puesto que no había nadie dentro y la estructura no llegó a romperse, simplemente cedió por el peso de la nieve, provocando que se plegaran. El Ejército procedió ayer a sacar todos los equipos y medicamentos.

Por otra parte, Zaragoza rebajó ayer su nivel de alerta por la borrasca Filomena, que pasó de rojo a naranja. Esto supuso que se reabrieran casi todos los parques y jardines de la ciudad, que estaban oficialmente cerrados desde el sábado anterior. Aun así, los Bomberos tuvieron que actuar en numerosas zonas de la ciudad por la caída de ramas a causa de la acumulación de nieve. En Torrero, por ejemplo, el móvil de un ciudadano registró como se desprendía la copa de un pino de gran envergadura encima de unos coches aparcados.

Asimismo, el Ayuntamiento de Zaragoza va a proceder hoy también a la reapertura de los centros cívicos y las casas de juventud, que también cerraron hace dos días, cuando se decretó la alerta roja. A lo largo del día de hoy, los operarios que trabajan en la limpieza de las calles incidirán en los accesos a las escuelas infantiles municipales y a la universidad (que sí abrirán a diferencia de los colegios de educación obligatoria), así como en las entradas y salidas de los hospitales de la capital.

A diferencia del sábado, el tranvía sí que circuló ayer con normalidad, mientras que algunas líneas de autobuses siguieron registrando incidencias por el mal estado de algunas calles de la ciudad. Si bien, fueron menores en comparación con el día anterior. Durante todo el fin de semana los servicios municipales de limpieza han esparcido un total de 210 toneladas de sal por las aceras y las calzadas para evitar la formación de hielo, que ayer era la mayor preocupación, puesto que no nevó en todo el día.

El frío, y no las precipitaciones, serán pues el mayor peligro durante los próximos días. El Albergue municipal acogió ayer a nueve personas derivadas por Cruz Roja, entidad que ha realizado rondas durante todo el fin de semana. Ante la previsión de que pudiera haber nuevos ingresos, el consistorio ha acondicionado otra estancia con ocho plazas más para las personas sin hogar.