Las acusaciones ejercidas por UAGA y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) volverán a pedir el levantamiento del secreto de sumario de las investigaciones llevadas a cabo en torno al exmilitar serbio Norbert Feher, Igor el Ruso, por la muerte de un agricultor y de dos agentes en Andorra (Teruel).

Casi dos meses después del asesinato de estas tres personas en una pardina de campo, las acusaciones populares en representación de ambas organizaciones quieren conocer los motivos por los que la titular del Juzgado de Instrucción nº 2 de Alcañiz mantiene el secreto de las pesquisas.

A pesar de no justificar su decisión en la primera petición hecha para instar el levantamiento del secreto, la juez ha solicitado a ambas acusaciones al pago de sendas fianzas de 1.500 euros para continuar con su personación.

El representante legal de UAGA, el abogado Pablo Martínez ha confirmado la petición de la fianza a las acusaciones populares y la decisión de ambas de pagarla y de instar al tiempo de nuevo el libre acceso a las investigaciones llevadas a cabo.

En declaraciones a Efe, este letrado ha asegurado desconocer las causas por las que la instructora mantiene el secreto al no haber comunicado a través de escritos la posible necesidad de tiempo para la práctica de pruebas esenciales en torno a los asesinatos, cuya autoría confesó el exmilitar tras su detención.

Las acusaciones desconocen los motivos por los que no se ha tomado declaración a testigos, ni si la magistrada prevé llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, una opción que Pablo Martínez no sabe si finalmente será considerada necesaria por la instructora al reconocer el acusado la culpabilidad de los crímenes.

Tampoco conocen el atestado elaborado por la Guardia Civil, un documento de unas 320 páginas, según han informado a Efe fuentes judiciales, ni testimonios directos por los que los mandos del Cuerpo no previeron la peligrosidad del exmilitar con anterioridad a los hechos.

El exmilitar asesinó el pasado 14 de diciembre al agricultor José Luis Iranzo en una pardina próxima a Andorra a la que se había desplazado con su furgoneta para realizar labores de campo.

Poco después, los guardias civiles Víctor Romero, de 30 años, y Víctor Jesús Caballero, de 40, caían abatidos por los disparos de Feher al acercarse al lugar a instancias de un testigo que aseguró haber escuchado disparos en la zona.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles se considera que ambos agentes fueron "sobreexpuestos" al peligro al no valorarse la peligrosidad del exmilitar, que unos días antes había disparado y herido con su pistola a dos personas en una casa de campo situada en una zona aislada del municipio próximo de Albalate.

La organización también tiene "dudas" sobre la eficacia de los chalecos antibalas que portaban los agentes fallecidos, que terminaron perforados por las balas disparadas por Igor el Ruso.