El joven acusado de apuñalar a un hombre en un local de peñas y de amenazas graves a la esposa de la víctima, delitos por los que se enfrenta a una petición de 11 años de cárcel, ha asegurado no recordar haber infligido una cuchillada en el abdomen del denunciante, al que puso, según los informes forenses, al borde de la muerte durante las fiestas de Sariñena (Huesca).

Durante la vista por estos hechos, celebrada en la Audiencia de Huesca, el acusado, Christian V.V., que tenía 22 años entonces, ha admitido que a últimas horas de la madrugada de un sábado del mes de septiembre de 2018 tuvo un enfrentamiento con la víctima que ha asegurado no recordar dado que había consumido previamente entre ocho y nueve copas de alcohol y un gramo de cocaína.

Ha asegurado, a preguntas de las acusaciones pública y particular en nombre del agredido y de su propia defensa, que el denunciante se abalanzó sobre él, le tiró un "cubata" por encima y posteriormente le dio un puñetazo, y que sus recuerdos posteriores son ya en el puesto de la Guardia Civil de Sariñena.

El procesado, en prisión provisional desde hace dieciocho meses, ha reconocido que llevaba una navaja en el bolsillo para realizar las labores de campo que había llevado a cabo durante la jornada de trabajo previa, pero ha insistido en no recordar "nada" de lo sucedido con la víctima.

"Si las pruebas acreditan que soy culpable de los delitos que se me imputan, lo siento mucho", ha añadido el acusado antes de escuchar los testimonios de los testigos que se encontraban en el lugar de los hechos en ese momento.

Su testimonio ha sido contradicho por estos testigos y la propia víctima, un hombre que ha admitido que quitó con la mano el gorro que llevaba su agresor, "en broma y porque eran fiestas", pero que ha negado haber mantenido un altercado violento y con golpes con el acusado.

Tras destacar que no conocía a su presunto agresor, ha comentado que instantes después de ponerse enfrente del acusado fue advertido por sus compañeros de que llevaba sangre en el vientre, lo que le hizo llevarse las manos al abdomen y tratar de mantenerse en pie.

Ha añadido que la agresión sufrida le ha generado graves secuelas tanto a nivel físico, con problemas digestivos que exigen un tratamiento permanente, familiares, económicos y psíquicos.

"Desde entonces -ha resaltado- soy una persona desconfiada, y no puedo andar por la calle con nadie detrás que siga mis pasos".

La esposa de la víctima ha asegurado que tras visualizar que su marido se apartaba del supuesto agresor, se acercó a éste, todavía sin saber nada del apuñalamiento, para restar importancia a lo ocurrido, y recibió como contestación que les "iba a matar a los dos si les volvía a ver", tras lo cual se habría besado las manos.

Uno de los testigos, amigo de la víctima, ha explicado que vio como el acusado, tras el incidente del sombrero, se sacaba una navaja del bolsillo y la ocultaba apretándola contra su cintura, por lo que decidió alertar a una patrulla de la Guardia Civil, que se encontraba en el entorno debido a una pelea anterior.

Ha destacado, además, que el acusado tenía a sus espaldas a un amigo que habría intentado de apartarle de la zona antes de huir del lugar al advertir la presencia de los agentes, pero ha descartado que tomara parte en la agresión.

El acusado fue detenido instantes después por la Guardia Civil y trasladado a dependencias del Cuerpo en Sariñena para su posterior puesta a disposición judicial.

Por estos hechos, el fiscal y la acusación particular, llevada a cabo por la letradA María Flores, han solicitado penas de 9 años por el presunto delito de tentativa de homicidio y de 2 años más por las amenazas vertidas contra la mujer de la víctima, así como órdenes de alejamiento de los denunciantes de 10 y 2 años, respectivamente.

Además han solicitado el pago de indemnizaciones a la víctima de 36.500 por las lesiones causadas, y una cantidad más a determinar por las secuelas padecidas.

Por su parte, el letrado de la defensa del acusado, Alejandro Sarasa, ha negado que su cliente tuviera ánimo de matar y ha reclamado una condena menor por un delito de lesiones con las atenuantes de obrar bajo los efectos de bebidas y de sustancias estupefacientes.