Edgar Leonardo Montaño Sánchez, acusado de matar en Zaragoza a un hombre creyendo, según la Fiscalía, que era una de las personas que previamente le habían atracado, ha declarado hoy que no recuerda nada de la noche del crimen, ya que regresaba de un cumpleaños en estado de embriaguez.

En el juicio, que se celebra hoy en la Audiencia Provincial de Zaragoza con jurado popular, el fiscal pide 18 años de cárcel por un delito de asesinato cometido presuntamente contra Pedro Manuel Cardo el 1 de diciembre de 2013, quien iba con capucha y a quien apuñaló, según la versión del fiscal, creyendo que era una de las personas que previamente le habían atracado.

El acusado, de nacionalidad ecuatoriana, ha reiterado que solo recuerda el momento en el que, tras ser atracado y sufrir una paliza a manos de otras dos personas, timbró a su domicilio y le dijo a su pareja que llamara a la Policía.

Después de ese momento, ha afirmado que lo siguiente que recuerda es su entrada en el coche de la Policía y que ya no entró en consciencia total hasta su posterior estancia en el hospital.

El ministerio fiscal, que considera el delito asesinato y no homicidio ya que le apuñaló por la espalda y sin dar a su víctima posibilidad alguna de defensa, lo considera responsable de los hechos y pide para él 18 años de prisión.

En las calificaciones previas, el fiscal considera que este individuo regresaba a su domicilio entre las 7.15 y las 7.30 horas cuando, al llegar al mismo, en la calle Santander de Zaragoza, dos encapuchados le agarraron por el cuello, le tiraron al suelo y le golpearon dejándole ensangrentado.

Posteriormente, subió a su vivienda y, tras quitarse la camisa manchada de sangre y comunicarle a su pareja que había visto bien a sus agresores y que sabía hacia dónde se dirigían, cogió dos cuchillos y volvió a la calle, según la misma versión.

Fue en la calle Escoriaza y Fabro, cercana al domicilio del acusado, donde el presunto asesino se encontró a su víctima, también ataviada con una capucha, a quien se dirigió diciéndole "dame algo" o "devuélveme algo", y de quien presuntamente no recibió respuesta en un primer momento al llevar cascos según los testigos.

Después de que le quitara los auriculares y la víctima contestara "no llevo nada" y prosiguiera con su camino, según los testigos, Montaño habría cogido uno de sus cuchillos y se lo habría clavado por la espalda perforándole el pulmón derecho y causándole la muerte en aquel mismo lugar.

Tal y como ha señalado la fiscal, el acusado huyó, pero presuntamente fue visto por una pareja y los agentes policiales le detuvieron en la calle Añoa del Busto, a no muchos metros del lugar del crimen.

Por su parte, el acusado ha respondido a las partes que no recuerda nada del trayecto que realizó, que su declaración inicial en la que dijo "sé por dónde han ido y les voy a alcanzar" se produjo porque así se lo aconsejaron en ese momento, y que sus lagunas sobre lo ocurrido esa noche se deben a su alto estado de embriaguez.

Aseguró que había bebido una botella de whisky y algo de tequila, lo que, sin embargo, no le habría impedido caminar desde la discoteca donde estuvo de fiesta toda la noche, en el céntrico Paseo de la Independencia, hasta su domicilio, ya que ha indicado que está acostumbrado a beber.

En todo caso, ha manifestado que lamenta lo ocurrido.

La acusación, ejercida por Juan Carlos Macarrón, ha constatado que no existía relación previa entre acusado y fallecido y que los cuchillos intervenidos al presunto autor contenían sangre de la víctima, así como el informe forense que confirma que fue ese cuchillo el que le causó la muerte.

Por ello, ha pedido para Edgar Leonardo Montaño 20 años de cárcel por asesinato con el agravante de alevosía, al no tener la víctima posibilidad de defenderse.

Por su parte, la defensa, ejercida por Javier Notivoli, ha reconocido los hechos y ha lamentado el resultado, pero ha pedido la absolución porque el consumo de alcohol por parte el acusado fue muy alto y le causó un "estado de locura transitoria" con "la mala suerte" de que la puñalada le alcanzó un pulmón y le causó la muerte.

Ha defendido que Montaño es un hombre deportista, que "ha trabajado toda su vida" y que "jamás ha tenido ningún problema desde que llegó a España".

El juicio se celebra con jurado popular, lo preside el juez Alfonso Vallespín y está previsto que dure tres días.