Una joven que se hallaba en la calle Dato de Zaragoza en la noche del 18 de noviembre del 2018, cuando fue apuñalado el joven Sami Hamidi, ha atestiguado hoy en la Audiencia de Zaragoza, ante el tribunal del jurado, que el acusado, Denis Javier L. C., también conocido por el apelativo de Brian, «no se hallaba en el lugar del crimen». La declarante manifestó que estaba «a unos tres metros», según explicó ayer Alejandro Giménez, el abogado defensor.

El fiscal y el acusador particular, Carlos Vela, han recordado que esta testigo ha cambiado «cuatro veces» sus declaraciones desde que empezó el proceso y que, en fase de atestado, hizo unas declaraciones en sentido contrario a las de hoy. De hecho, en una vista oral anterior se solicitó que se le dedujera testimonio como posible autora de un delito de falso testimonio.

Pero ella ha manifestado en ocasiones que las primeras declaraciones estuvieron realizadas bajo una fuerte presión.

Esta mañana, durante la tercera sesión de la vista oral, en la que se ventilan entre 20 y 25 años de cárcel por cooperar en un asesinato, los forenses que examinaron a la víctima indicaron que esta había muerto desangrada como consecuencia de una cuchillada de casi 14 centímetros de profundidad que le seccionó la arteria femoral en el muslo derecho.

"Herida mortal"

Por las características de la herida, aseguraron los expertos en medicina legal, «solo la presencia de un quirófano en el mismo lugar del crimen hubiera hecho posible salvar la vida» de Hamidi, de 20 años.

De hecho, uno de los policías que acudió antes al lugar del suceso, en pleno centro de Zaragoza, explicó que cuando llegó vio «un enorme reguero de sangre, de 20 o 30 metros de largo», entre la calle Dato y la calle Princesa, donde la víctima se desvaneció.

Los forenses han descrito el tipo de herida, propinada con un «arma de grandes dimensiones y bicortante» que describió una trayectoria de derecha a izquierda, ligeramente de delante hacia atrás y levemente ascendente.

Asimismo han dicho que el fallecido presentaba restos de alcohol y cannabis en la sangre, según las pruebas toxicológicas realizadas.

Durante la sesión, se han exhibido al jurado las imágenes de la herida que constan en la causa, lo que ha motivado una viva protesta del abogado defensor, que alega que esas instantáneas, de una extrema dureza, «no aportan nada nuevo a la causa», dado que su cliente no está acusado de matar a Hamidi, sino de acorralarlo, sujetarlo y evitar que alguien pudiera ayudarle frente a sus agresores. Además, ese letrado argumenta que se trata de una «cosa juzgada» sobre la que no se debe volver.

Los agresores fueron, en total, cuatro, según las acusaciones, y tres de ellos, todos menores cuando ocurrieron los hechos, ya han sido condenados por la justicia y se hallan internos en centros de reclusión especiales para jóvenes con menos de 18 años.

La jornada de mañana se dedicará a la presentación de las conclusiones y a la exposición de los informes, con una petición fiscal de 20 años por la presunta participación en un asesinato en calidad de cooperante necesario.

El acusador particular añade además el delito de pertenencia a banda criminal organizada, en concreto la de los Dominicans Don’t Play. Solicita por ello 25 años de prisión.

La defensa, por su lado, se inclinará por la absolución. «Mi patrocinado no se hallaba en el lugar del hecho, no pudo intervenir en el mismo», manifestó.

Denis declaró en la primera sesión que, en el punto en que se encontraba de la calle Dato, no pudo «evitar» la muerte de Hamidi, que se produjo cuando este pasaba con su novia y un amigo y fue rodeado bruscamente por un numeroso grupo de jóvenes, sin opción a que pudiera defenderse, según las acusaciones.