La Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa) recomendará a sus municipios asociados la firma del nuevo protocolo inversor ofrecido por el Ministerio de Medio Ambiente, para la ejecución de obras de mejora de las infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y restauración del medio hídrico en el territorio pirenaico.

El acuerdo, que modifica el rechazo dado al primer protocolo inversor presentado por el ministerio en 2002, fue adoptado la noche del miércoles, por mayoría y con el voto en contra de CHA, por la ejecutiva de la asociación y ratificado ayer hoy por los miembros de la comisión permanente de esta organización supramuncipal.

Pese a que la postura inicial de CHA es contraria a la firma de lo que se conoce como el Protocolo de los Pirineos, no se descartan novedades, ya que los alcaldes de esta formación pretenden reunirse el lunes para estudiar la situación.

EXPLICACIONES Tras la ratificación del acuerdo, el presidente de Adelpa, Pedro Santorromán, aseguró que el cambio de orientación dado respecto a la firma del protocolo se deriva de una "variación significativa" de la situación en los dos últimos años en materia hidráulica y de la aspiración de los municipios a la consecución de compensaciones económicas a los embalses.

Según explicó Santorromán, la oferta del ministerio no es del todo satisfactoria, "pero pero valorando que uno de los anhelos de la asociación es el pago de la deuda histórica que existe con el Pirineo, hemos acordado por mayoría recomendar la firma del protocolo".

Comentó que desde los órganos ejecutivos de la asociación se había valorado la iniciativa ministerial de proponer la ampliación del protocolo a la totalidad de municipios y de modificar los planteamientos de la primera convocatoria de traslado a, según afirmó, "ayuntamientos casi exclusivamente del PP".

PRIMER PROTOCOLO El primer protocolo inversor, con inversiones por un total de 27 millones de euros, fue suscrito en abril de 2002 con un total de 42 municipios del Pirineo, en su mayor parte del PP, y rechazado por la ejecutiva de Adelpa al considerar que la inclusión de una cláusula de aceptación del Pacto del Agua suponía un condicionamiento de la libertad ideológica de las poblaciones.

Santorromán, que calificó de "oportunista" la presentación de la ampliación del protocolo dada la proximidad de las próximas elecciones generales, comentó que la ejecutiva de Adelpa había valorado, además, la modificación de aspectos puntuales respecto al Pacto del Agua a través de una comisión de revisión que admitió la necesidad de incluir a los municipios del Pirineo en las decisiones.

Destacó, por otra parte, que la desestimación definitiva del embalse de Jánovas y el impasse en el que se encontraba actualmente el proyecto de Santaliestra, en la cuenca del río Esera, había permitido "rebajar la presión" social existente en relación a las obras de regulación.