Adidas redobla su apuesta por Caspe, una localidad a la que lleva unida 50 años. La compañía aprovechó ayer la jornada de apertura de la feria local, donde recibió un reconocimiento por ese medio siglo de actividad en el municipio, para anunciar que el próximo año ejecutará una «inversión millonaria» con la que modernizará y ampliará el centro logístisco de material deportivo que tiene aquí, que actualmente emplea de forma directa a unos 170 trabajadores y hasta 220 en los picos de la campaña.

Así lo dio a conocer durante la entrega de la dicha distinción Eloy Lafuerza, responsable de Recursos Humanos del almacén caspolino. «La inversión ya ha sido ya aprobada por la central de Adidas», apuntó en declaraciones a este diario, aunque no concretó el montante económico de la misma. El objetivo, detalló, es «ganar capacidad para distribuir» por las nuevas competencias que ha asumido la instalación dentro de la multinacional del deporte.

La ampliación se enmarca por tanto en la apuesta de la compañía por este complejo, que hace un año fue designado centro europeo de distribución. Hasta entonces su actividad se circunscribía al mercado ibérico (España y Portugal), pero ahora suministra ropa, calzado y artículos deportivos de la marca a la red comercial de todo el continente. «Es consecuencia de que ha aumentado nuestro radio de acción y la zona de influencia», explicó.

UNA HISTORIA DE BALONES

La inversión, que ya era conocida por la plantilla, servirá así para consolidar el centro logístico -que ronda los 25.000 metros cuadrados- y su nuevo posición dentro del grupo, pero no se prevé que la generación de empleo sea relevante.

Adidas llegó a Caspe en 1969, cuando inició la fabricación de balones, pero la elección de este municipio no fue al azar. El dueño de la compañía, Horst Dassler -hijo del fundador-, durante unas vacaciones en Alicante, vio balones de fútbol fabricados artesanalmente con cuero en el escaparate de una tienda deportiva y se interesó por el lugar donde se fabricaban. Tras conocer que era en la comarca de Caspe, la empresa llegó a un acuerdo comercial con proveedores locales de varias localidades de la zona.

La actividad productiva llegó a ampliarse al encordado de raquetas y gracias a esta vinculación, Adidas decidió en 1981 implantar en Zaragoza su sede social y financiera en España. Toda la fabricación acabó en 1994, pero la multinacional mantuvo la central de logística para España y Portugal, además de contar desde 1993 con una tienda outlet que emplea a otras 40 personas y recibe cada año miles de visitas.

El anuncio de inversión de Adidas ha sido acogido con alegría en la localidad, más aún tras el mazazo que supuso hace unos meses la destrucción de 62 puestos de trabajo del área de logística de la empresa textil Losan.

«Nos hace mucha ilusión que Adidas se afiance en Caspe. Es una garantía de futuro», afirmó la alcaldesa, Pilar Mustieles, quien destacó además otros proyectos importantes que se están impulsando en el municipio como el puerto seco. «Ojala esta compañía participe en la iniciativa», aseveró.