Técnicos de Adif y de Renfe encarrilaron y retiraron ayer hasta la estación de Jaca el cuarto vagón descarrilado el pasado viernes en un tramo de la línea Zaragoza-Canfranc, cerca del pueblo de Castiello. Hasta el momento, ambos organismos han extraído cuatro de las ocho tolvas que quedaron fuera de los raíles como consecuencia de un accidente cuyas causas aún no han recibido una explicación oficial. El convoy, cargado en parte con maíz importado de la empresa Silos de Canfranc, contaba con un total de 14 vagones.

Ahora, una vez retirados todos los vagones que estaban al aire libre, se procederá a retirar las otras cuatro tolvas, que se hallan en el interior de un túnel, "lo que complica bastante las operaciones para dejar la vía expedita y restablecer el tráfico ferroviario", según explicó ayer un técnico de Adif, el organismo que mantiene y explota las infraestructuras por las que circulan los trenes.

El comienzo de la retirada del quinto vagón no será inmediata. Antes será preciso reparar el tramo en el que se encontraba la tolva retirada ayer, con el fin de permitir el acceso de la maquinaria que se utiliza en estos casos para realizar las reparaciones necesarias, desde una grúa hasta un tren taller, entre otras máquinas.

De momento, lo importante es que ya se trabaja dentro del túnel, aunque en medio de grandes dificultades derivadas de la "falta de espacio", según indicaron en Adif. El cuarto vagón se hallaba en parte dentro del túnel y en parte en el exterior.

MÁS DIFICULTADES

Por si fuera poco, las cuatro tolvas que han quedado descarriladas dentro del paso subterráneo van cargadas de maíz, con lo que resultará más complicado elevarlas y encarrilarlas para sacarlas de allí.

Los técnicos desplazados a la zona del suceso, entre las estaciones de Jaca y Castiello, centrarán su esfuerzo en vaciar el contenido del quinto vagón, una medida imprescindible para que posteriormente resulte más fácil de maniobrar.

"No es lo mismo trabajar con un peso que con otro", advirtieron en Adif, que señalaron que, en última instancia, serán los responsables de las entidades que explotan la infraestructura y el tráfico ferroviario las que decidirán la forma de proceder con los vagones atrapados en el túnel.

En este sentido, cabe recordar la antigüedad de la línea entre Huesca y el túnel de Canfranc, de una sola vía, trazado tortuoso y un déficit de mantenimiento que a menudo es la causa principal de los descarrilamientos.

De hecho, el maíz es la única mercancía que se transporta por la vía de Canfranc, que está interrumpida a la altura de la estación internacional desde el año 1970, cuando en Francia se hundió un puente al paso de una locomotora.

Otro factor que hace más laboriosa la tarea para despejar la vía es el hecho de que los vagones son de diferentes características, tanto en peso como en longitud, lo que obliga a cambios en el tipo de maquinaria que se necesita para encarrilarlos.

AUTOBUSES

De momento, a la vista de que la situación puede prolongarse, Renfe ha fletado autobuses para que transporten los viajeros desde Sabiñánigo a Canfranc, haciendo alto en todas las estaciones intermedias.

No es la primera vez que se da esta circunstancia. No hace muchos años descarriló otro tren de mercancías, en esa ocasión cerca del viaducto de Cenarbe, en un tramo que luego fue objeto de una profunda renovación dado su mal estado de conservación.

Y tampoco han faltado las salidas de vía de otras máquinas e incluso de trenes de viajeros, afortunadamente sin que se registraran daños personales en pasajeros y empleados.