El Consejo de Ministros da luz verde hoy a la nueva ley educativa, que ha estado en un cajón por el parón legislativo. Tenía que haberse debatido en el Parlamento en enero del 2018, pero ahora el nuevo Ejecutivo de coalición PSOE-Unidas Podemos vuelve a aprobar el proyecto, lo que implica la derogación de la polémica LOMCE, conocida como ley Wert. Faltan meses para que la nueva norma entre en vigor, pues deberá ser debatida y pactada en el Congreso y el Senado. El PP ya ha advertido de que no la respaldará y Ciudadanos ha expresado sus dudas en algunos puntos.

Desde Aragón, con un pacto educativo de amplio consenso social y político presentado hace un año, los partidos esperan que este nuevo marco estatal espolee el desarrollo de la legislación aragonesa.

La nueva ley pone el acento en la «educación pública, inclusiva, de calidad y personalizada». Uno de sus objetivos es reducir el número de repetidores y se podrá conseguir el título de Bachillerato con un suspenso. Otro de los focos de polémica de la ley Wert, la Religión, dejará de contar para nota y habrá una asignatura de valores cívicos. Además, el Gobierno decidirá el 55% de los contenidos en las regiones con lengua cooficial y el 65% en el resto.

Mientras, Aragón continúa trabajando en su ley de Educación. Fuentes del departamento explicaron que el texto aragonés deberá «adaptarse» a la norma estatal. La consejería celebra que se apruebe la nueva ley, que «permitirá corregir situaciones de la LOMCE como la escasez de participación de la comunidad educativa en la toma de decisiones o la segregación a través de itinerarios para los alumnos».

APOYOS Y CRÍTICAS DESDE ARAGÓN

El portavoz socialista en la comisión de Educación en las Cortes de Aragón, Ignacio Urquizu, destacó la importancia de que «la de Educación sea la primera ley del Gobierno de coalición», y subrayó algunas de sus medidas, como «quitar la Religión como asignatura que cuenta y la mayor libertad para la elaboración del currículo» en las regiones con lenguas cooficiales. Con respecto a la aragonesa, expresó el deseo de que salga adelante «con el apoyo de todos».

Para Podemos, la ley de la educación en Aragón debe regirse por la apuesta por la equidad, la calidad y la participación de todos los sectores del ámbito educativo. Ade,ás, celebraron también «el final» de la LOMCE para revertir los «procesos de segregación y privatización de la última década».

Desde el PP, la portavoz en Educación, Pilar Cortés, defendió «la libertad de elección del centro, sea en enseñanza pública o concertada» y afirmó que no tienen constancia de si hay avances en la redacción de la legislación aragonesa.

Para el portavoz de Ciudadanos, Carlos Trullén, la aprobada hoy es «otra contrarreforma educativa» y abogó por lograr «por fin» un pacto nacional por la Educación. Desde el PAR, Jesús Guerrero, señaló que la nueva ley debe lograr «un amplio consenso y contemplar los retos del siglo XXI», y puso precisamente el pacto educativo aragonés como «ejemplo» para España.

Desde CHA e IU celebraron el «fin de la ley Wert». La portavoz nacionalista, Isabel Lasobras, defendió que «el pacto aragonés se ve en parte reflejado en el texto estatal». Y Álvaro Sanz, de IU, reivindicó que las reformas vayan acompañadas de «financiación para garantizar la calidad de la enseñanza». Desde Vox, su portavoz David Arranz declinó analizar la nueva ley.