Juan Luis Recio, adjudicatario de obra en la zona 003, dentro del plan para dotar de depuradoras a los municipios aragoneses, aseguró ayer en la comisión de investigación de las Cortes de Aragón que «la falta de terrenos» fue el «único problema» del sistema ideado para la limpieza de las aguas residuales.

«No se tenía la certeza de que se iban a conseguir terrenos», continuó Recio, cuya empresa se vio envuelta por esta causa en un contencioso-administrativo que perdió en primera instancia pero que decidió no recurrir.

La escasez de parcelas donde poder construir las depuradoras llevó a su compañía a solicitar y obtener hasta 12 meses de prórroga, pues era necesario garantizarse antes que habría espacio para levantar las instalaciones.

En este sentido, manifestó que la consecución de un terreno adecuado es «fundamental», dado que ha de cumplir la normativa europea sobre distancias a núcleos habitados, ha de ser accesible y ha de contar con suministro de energía eléctrica.

El adjudicatario explicó que ninguna depuradora es rentable «por sí sola». Unas son menos rentables que otras dentro de una zona determinada, dijo, si bien el conjunto puede resultar positivo económicamente.

Recio señaló, a preguntas de la presidenta de la comisión de investigación, que su empresa «nunca» se relacionó con Sodemasa, la empresa pública en la que el IAA delegaba la ejecución del plan de depuración.

Asimismo, indicó que la oferta fijaba en un 7% la rentabilidad de las instalaciones de depuración, un porcentaje que calificó de «razonable». E informó además de que la concesión administrativa se extiende durante un periodo de 20 años desde la entrada en funcionamiento de la planta.