Ardiles explicó que a partir de ahora empezarán a caducar numerosas concesiones de saltos hidráulicos que se otorgaron hace 75 o 99 años y será el momento de determinar si se sacan de nuevo a concesión o se las queda la propia Administración para su explotación. Este mismo mes se conocerá el volumen de la correspondiente reserva energética que han producido estos saltos en beneficio de las empresas hidroeléctricas y sobre las que el Estado tenía derecho a un 25%. La Confederación Hidrológica del Ebro ha reclamado a estas compañías esta parte que le corresponda, para que repercutan los ingresos en obras hidráulicas, de mantenimiento y se abarate el coste para los sistemas de riegos de la cuenca.