Juan Antonio Fernández Tirado y María Gloria Marín Nieto admitieron en el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza haberse aprovechado de una persona con discapacidad intelectual, a la que sonsacaron dinero para pagarse caprichos y gastos. Unos hechos por los que estaban acusados de estafa y grupo criminal (junto a un tercer acusado, absuelto) pero que se saldaron como hurto, por el que aceptaron un año de cárcel. No la pisarán, siempre que no vuelvan a delinquir en dos años y que abonen los 2.500 euros más intereses que se comprometieron a devolver, asistidos por Pedro Garcés y Santiago Zarzela.

Según los hechos que admitieron, tras conocer a la víctima, que padece un retraso mental apreciable, simularon hacerse amigos suyos y le acogieron en casa, pidiéndole que les diera pequeñas cantidades de dinero, que les pagase la compra o el teléfono e incluso que les pagara una moto.

La víctima estaba declarada incapaz para regir su patrimonio y tenía como tutor a su hermano, que fue quien denunció los hechos y se personó como acusación particular, representado por Carmen Sánchez Herrero.