Las pruebas de ADN realizadas a Antonio Losilla para saber si estuvo en donde se cree que se deshizo del cadáver descuartizado de su mujer, Pilar Cebrián, han dado negativas.

El instructor del caso, el magistrado zaragozano José Luis Martínez, había encargado cotejar su diferencial genético con los objetos hallados en el interior del nevero.

En este lugar, situado a escasos metros de la casa en la que pudo ocurrir el asesinato, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía en Aragón no encontró el cadáver de la mujer, pero sí una camiseta y una toalla. La prueba neurológica P-300 situó a Losilla allí.

Este hombre proclama su inocencia, si bien confesó, cuando fue arrestado, que había cuarteado a su esposa, tras morir esta al caerse por las escaleras de su vivienda. Afirmó que se deshizo de las vísceras de Pilar en una zona en la que los vecinos solían tirar restos de animales. Algo que se correspondería con lo encontrado en este nevero en el que había gran cantidad de plumas de aves.

De hecho, en el garaje de la vivienda encontraron restos de sangre. Por ello, el juez acaba de ordenar, a través de una pieza separada porque el caso está cerrado, que se practique una prueba para determinar si 15 de los 17 vestigios corresponden a Pilar Cebrián. La abogada de la familia, Soraya Laborda, mantiene la esperanza de que el sospechoso diga dónde esta su mujer para poderle dar sepultura. Losilla está en prisión provisional desde abril del 2012.