La compañía aragonesa Air Horizont quiere volver a operar en su tierra. Los responsables de la empresa que intentó estrenarse hace más de seis años con varios destinos comerciales en el aeropuerto de Zaragoza está estudiando de nuevo regresar y poner rutas nuevas para la terminal de Garrapinillos. Y hacerlo, además, de la manera más ventajosa para la DGA, sin ayudas públicas. Aunque cada paso que den lo harán con cautela, temerosos de que se repita la mala experiencia de sus inicios, de anunciar vuelos que luego no pudo fletar por no llegar los permisos para los aviones que fabricó, bautizados como Corona de Aragón y Ciudad de Zaragoza. El primero ya duerme estos días en la pista y el segundo llegará en breve para pasar el invierno en la ciudad que les vio nacer. Hasta abril que vuelva la actividad y quizá para entonces ya haya una decisión al respecto sobre volar aquí de forma regular. «De momento solo es un proyecto en el que estamos trabajando y, si vemos que es viable, lo haremos», destaca Juan Luis Díez, responsable de Air Horizont, una aerolínea que hoy vive otro momento muy distinto al de sus inicios como empresa. «Ahora todo es muy distinto, tenemos cinco años de experiencia, estamos más establecidos y con cosas claras que antes no las teníamos», explica este zaragozano que se vio abocado a buscar una solución a su compañía fuera de España y de Aragón. «Antes de dar un paso que puede ser erróneo hay que hacerlo viable», apostilla.

Su momento, como empresa, coincide con las bajas cifras de pasajeros que Zaragoza sigue teniendo pese al esfuerzo económico que está haciendo el Gobierno aragonés para atraer nuevas rutas. En su día, Air Horizont anunció para su estreno cuatro conexiones regulares, a Roma, Múnich, Sevilla y Alicante, y ahora no oculta que iba a apostar decididamente por la ruta con Lisboa que en octubre estrenó Ryanair. Se les anticiparon y quizá por ello prefieren ahora esconder sus bazas en un mercado tan competitivo como el actual.

Sin embargo, llama la atención que solo una de aquellas rutas ya está implantada (Múnich, que la opera Volotea tras licitarla la DGA hace tres años) y también que ninguna empresa haya apostado por ninguna de las otras tres en todo este tiempo. Hace exactamente cinco años, su presentación, a bombo y platillo, contaba con las autoridades del Ejecutivo autonómico con las que, asegura Díez, llevan «cinco años sin hablar». Después llegaron los retrasos y las cancelaciones finales que tanto daño hacen a cualquier aerolínea que las tiene que anunciar. Pero también coincide ahora con que Roma gusta y mucho a la DGA actual, es un elnlace prioritario que se ha tenido que aparcar por las tasas tan elevadas que cobran en los aeropuertos italianos. Un país en el que, según Díez, se desarrolla «el 80%» de su negocio actual. Su plan b para subsistir ahora le podría dar ventaja para poner rutas con más ciudades italianas desde Zaragoza. Ahora solo está Milán.

«Volamos allí casi todas las semanas, pero desde otros destinos. No es un desconocido para nosotros», comenta Díez, quien no se pronuncia sobre si está en ese punto de mira en su posible regreso a Aragón. Lo único que tiene claro es que «no sería solo Italia» su objetivo y que para volver «tiene que haber más de un destino, dos o tres como mínimo» con «dos o tres frecuencias semanales» porque la demanda «no da para más» en Zaragoza.

En Semana Santa fletará tres vuelos y antes cambiará el diseño del avión

El negocio de los vuelos chárters es lo que da de comer a Air Horizont y, después de operar mayoritariamente en Italia en los últimos cuatro años, ahora vuelve a hacerlo en Zaragoza. Lo hizo con un vuelo en el puente de la Constitución y ya está comercializando tres para la próxima Semana Santa desde la capital aragonesa. Pero antes prevé estrenar un cambio de imagen en sus aviones. Mantendrán el nombre pero van a cambiar «el logo y el diseño» para su flota actual de seis aviones.