No hay forma de que el aeropuerto de Zaragoza remonte el vuelo. Las cifras de marzo en cuanto al número de pasajeros han supuesto un nuevo mazazo para sus aspiraciones de mostrar algún síntoma de recuperación, pero no hay forma. Por tercer mes consecutivo han empeorado los datos obtenidos en el 2013, su peor año de los últimos siete, y el acumulado en el primer trimestre del 2014 arroja un balance negativo de un 21,6% de caída interanual.

Siendo un ejercicio, el del año pasado, el peor que se recuerda en los últimos ocho, el camino que ha emprendido en este es el de rebajar aún más esos resultados, ya que en solo tres meses ha logrado que los 114.211 que sumaba a finales de marzo del 2013 se hayan transformado en 89.585. Casi 25.000 pasajeros menos en un balance que, en proyección, le situaría a final de año por debajo de los 400.000 viajeros. Si no frena esta caída libre emprendida hace meses.

No obstante, el resultado del mes de marzo, de 35.124 pasajeros, tiene excusa. Son casi 10.000 menos que en el 2013, cuando obtuvo 44.677 --es un 21,4% de disminución-- pero hay que tener en cuenta, como destacó ayer Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) a través de un comunicado, que el año pasado la Semana Santa cayó en ese mes. Tal vez por eso obvió el dato, en su nota de prensa, del acumulado trimestral, de la disminución en Zaragoza que contrasta de forma alarmante con el crecimiento del 5,5% que se ha producido a nivel nacional. Ni lo cita ni lo hizo público en su web oficial como era costumbre el año pasado.

Era bastante sencillo hacer comparativa de una cuestión que empieza a poner en duda la eficacia de las medidas aplicadas por la propia AENA en los aeropuertos con más dificultades. A las compañías no les atrae la reducción del precio de las tasas y Zaragoza está pagando caro, desde hace tiempo, que se le cerrara el grifo de las subvenciones a su máximo exponente para mover pasajeros, la compañía de vuelos de bajo coste Ryanair. Por el mismo motivo argumentado ahora, la Semana Santa, las cifras de abril solo pueden ser mejores que el año pasado. Si no lo hace, se agrava el problema para la terminal de Garrapinillos.