El aeropuerto de Zaragoza se ha visto obligado esta tarde a restringir temporalmente todas las operaciones previstas por una "pequeña degradación" detectada en el pavimento de la pista 30R/12L, la que debían utilizar para aterrizar los dos vuelos que se vieron afectados por el cierre que apenas ha durado "una hora", según las fuentes oficiales de Aena, que han asegurado que este tipo de afecciones en el asfalto se pueden dar como consecuencia del uso y que se ha actuado con la máxima celeridad desde que se ha detectado, evaluado y reparado.

La pista dañada es una de las dos que existen en la terminal de Garrapinillos, la 30R/12L que es de 3 kilómetros de longitud y es la más próxima al edificio de viajeros. La otra, la 30L/12R, más larga -de 3,7 kilómetros-, tampoco se pudo utilizar. La afección al tráfico aéreo en esos momentos se ha ocasionado, precisamente, como consecuencia de las tareas de evaluación del daño registrado en el pavimento y la posible reparación inmediata del mismo, por cuestiones de seguridad.

Como consecuencia de la restricción temporal de las operaciones, se dio aviso a las compañías que tenían previsto tomar tierra en Zaragoza en las siguientes franjas horarias para comunicarles la incidencia. En este sentido, dos vuelos han resultado afectados: uno operado por la compañía Vueling que iba a despegar de Palma de Mallorca con destino a la capital aragonesa y que ha decidido esperar allí hasta que se ha retirado la regulación, y otro de Ryanair, que ya había partido del aeropuerto de Stansted en Londres y que en esos momentos estaba en el aire, por lo que ha tenido que esperar para aterrizar cuando se ha levantado la restricción. Ni cancelaciones ni desvíos, solo un retraso que en el peor de los casos supuso tomar tierra una hora más tarde de lo previsto, aseguraron desde Aena.

"Se ha reparado rápidamente el pequeño daño de la pista y se ha abierto al tráfico de nuevo", han remarcado desde el aeropuerto zaragozano.