Profesionales y representantes de entidades de afectados por cáncer han denunciado hoy la obsolescencia de los aceleradores lineales de los hospitales aragoneses y su escasez en proporción al número de habitantes, lo que hace que dupliquen el número de pacientes que tratan.

Así lo han puesto de manifiesto los presidentes de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), José Luis Ansó, y de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOP), Pedro Carlos Lara, en una rueda de prensa en la que han comparecido junto a representantes de otras organizaciones como Amac-Gema (Asociación de Mujeres Aragonesas con Cáncer Genital y de Mama), Aspanoa (de niños con cáncer), Asaco (afectados por cáncer de ovario) y el Fap Uforo aragonés de pacientes.

El objetivo de esta comparecencia ha sido poner de manifiesto la preocupación de estas organizaciones por la situación que atraviesa la radioterapia en Aragón y pedir al Ejecutivo autonómico medidas urgentes para garantizar el acceso de los pacientes a los últimos avances tecnológicos en esta especialidad, garantizar tratamientos equitativos, tiempos de espera coherentes y evitar largos e incómodos desplazamientos.

El motivo es que Aragón es "una de las comunidades peor dotadas" en cuanto a equipamientos de radioterapia, un total de cinco para 1,3 millones de habitantes cuando serían necesarios siete, según la SEOR.

Si lo habitual es que traten 300/400 pacientes por año, en el Hospital Miguel Servet atienden 700, un uso que, advierte la AECC en su manifiesto, provoca "averías continuas" con el consiguiente agravamiento de los tiempos de espera y desplazamientos a ciudades como Madrid o Valencia.

En Aragón, la lista de espera para recibir tratamiento de radioterapia es de uno a tres meses cuando, según Lara, lo aconsejable es que el tratamiento comience un mes después "como máximo".

El presidente de la SEOR ha asegurado que la radioterapia "no tiene alternativa" sino que es "la gran alternativa" a los tratamientos mutilantes, por lo que considera "inaceptable" que por no recibir este servicio se pueda perder la laringe en casos de cáncer de este órgano, tener que proceder a mastectomías o sufrir recaídas en casos de cáncer de mama y suministrar morfina para paliar el dolor.

Los afectados también piden ser valorados por comités tumorales multidisciplinares, en los que haya al menos un especialista en oncología radioterápica, sin embargo, Lara ha asegurado que en Aragón, con 12 oncólogos por cada millón de habitantes, tampoco cumple con el ratio, 15 por cada millón de habitantes.

Situaciones a las que se suman la antigüedad de los aparatos, dos de los cuales, instalados en 2009, dejarán de tener garantizado el suministro de repuestos a partir de 2022 y aunque se ha puesto en marcha el procedimiento para el alquiler de otros dos, el responsable de la AECC ha advertido de que no estarán en funcionamiento hasta "bien avanzado" 2018.

Todo ello a pesar de la relación eficiencia/precio de los aparatos, que con una media de vida de 10 años y el "5 por ciento del presupuesto", cura al 40 % de los pacientes con cáncer, frente al 10 % de la quimioterapia, y sin embargo en España "uno de cada diez pacientes no reciben radio porque faltan".

Lara también ha incidido en la necesidad de contar con equipos "satélite" que conectados a un acelerador lineal central permiten ofrecer una "calidad excelente" de tratamiento y evitar los largos desplazamientos de los pacientes, quienes para una terapia de 20 minutos llegan a pasar 8 horas fuera de casa.

La AECC ha señalado que la solución a esta situación requiere por tanto de un plan de inversiones y de mantenimiento con una adecuada dotación económica anual "poco significativa respecto al volumen del presupuesto sanitario", ha señalado Ansó.