La Audiencia de Zaragoza continúa celebrando el juicio por el millonario saqueo en las obras de urbanización de Plaza contra tres de los 25 acusados que no llegaron a ningún acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción: el exviceconsejero de la DGA, Carlos Escó, y los empresarios Miguel Ángel Floria y Agapito Iglesias. Ayer fue el turno de los peritos presentados por los abogados defensores de estos últimos, quienes trataron de explicar que los cobros realizados a Plaza no fueron irregulares puesto que «los importes cobrados eran precios de mercado».

Una afirmación que reiteraron en repetidas ocasiones. si bien para las diferentes acusaciones (Fiscalía, DGA y la propia empresa pública) esa comprobación no era el objeto que se pone en duda, sino la necesidad de llevar a cabo determinados proyectos o si hubo pagos de mordidas para trabajar en Plaza como proveedor. De esto último se le acusa a Agapito Iglesias (se enfrenta a cinco años y diez meses de cárcel) por emitir una factura de 58.000 euros a Pulsar, una empresa pantalla del exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril.

Los peritos que analizaron tanto el trabajo como la factura, dieron plena validez al recibo como al trabajo que lo justificaba: un informe de viabilidad de una guardería en Plaza, que fue puesta en marcha por las hijas del exgerente, Patricia y Carolina García Planté. Dicho estudio de negocio, que fue calificado de brillante por uno de estos expertos, lo realizó una de ellas, Carolina. Un dato que desconocían, así como que varias partes de dicho informe fueran copia de otro realizado por otra empresa, Altair Management, a la propia Plaza por encargo de García Becerril.

En la vista oral también presentaron sus informes los peritos de la defensa del empresario Floria, quien fue señalado por el propio exgerente por haber realizado varios trabajos gracias a su amistad con Escó, a pesar de haber salido caro a Plaza. Afirmaron que los 48.000 euros cobrados por realizar -sin contrato previo- un vídeo promocional del Parque Lineal son los del mercado, al igual que los 344.000 euros por revestir unas naves. No obstante, admitió que Plaza pudo ahorrarse 52.000 euros.