El creciente atractivo deportivo del embalse de la Loteta no ha pasado desapercibido para los agentes sociales y políticos de la zona y el Gobierno de Aragón, que ayer analizaron las posibilidades de su explotación turística durante la jornada La Loteta: vientos de futuro celebrada ayer en el Acuario de Zaragoza.

Desde hace unos años vecinos de las comarcas Campo de Borja y Ribera Alta del Ebro vienen trabajando para sacar adelante iniciativas con las que aprovechar económicamente el potencial de un paraje que los expertos comparan con templos del windsurf y el kitesurf como Tarifa, Gincho (Portugal) y San Carlos de la Rápita. Según un estudio, La Loteta sale victoriosa por comparación con otros centros por rangos como fuerza del viento, días que sopla al año, accesos a grandes vías de comunicación, etc.

"Manejamos datos como que el embalse es visitado por 50 deportistas al día y la mitad de ellos proceden de regiones limítrofes como navarra, La Rioja y el País Vasco. Solo necesitaríamos unas instalaciones mínimas y de carácter provisional", señaló el presidente de la Federación aragonesa de vela, Miguel Sánchez. La actividad deportiva que actualmente se desarrolla en el embalse no está regulada por ninguna norma y las competiciones se celebran al raso porque el entorno no cuenta con ninguna instalación. Los agentes reclaman la declaración de interés general para darle un impulso definitivo.

El pasado mes de marzo se constituyó la mesa de trabajo para el desarrollo turístico de La Loteta de la que forman parte representantes de las dos comarcas más directamente implicadas, de los ayuntamientos de Magallón, Gallur, Pedrola, Luceni, y Boquiñeni, la Federación Aragonesa de Vela y otras asociaciones y empresas que pretenden el desarrollo turístico de la zona.

En el encuentro de ayer intervinieron José Franco, autor del estudio El turismo fluvial como oferta turística en Aragón, quien explicó las claves del proyecto, con sus fortalezas, amenazas y debilidades, así como la presidenta de la red aragonesa de desarrollo rural, Lourdes Arruebo, quien recordó la gestión y usos recreativos del embalse de Lanuza.

Por lo constatado durante las exposiciones, queda trabajo por delante para engrasar la maquinaria que aúne el esfuerzo de agentes sociales e instituciones. Mario Gaviria, actor importante en la construcción del embalse y que ahora trabaja para impulsar los usos recreativos en la zona, recordó que estos ya se contemplaban en el proyecto de 1992.

Ante las quejas de una interviniente por las posibles trabas que podría imponer la Confederación Hidrográfica del Ebro, Manuel Heras, en representación de la CHE, quiso aclarar que el organismo de cuenca "no pone pegas a que se hagan actividades lúdicas en el embalse, pero se necesitan iniciativas. Hay que hablar menos y hacer más", declaró. Alfredo Zaldívar, presidente de la Comarca Ribera Alta del Ebro, le contestó que las iniciativas de municipios y comarcas solo han recibido de la CHE la callada por respuesta. "Que nadie escurra el bulto", advirtió.

Javier Gamón, director general de Ordenación del Territorio de la DGA, resaltó finalmente la oportunidad que La Loteta supone: "Dejemos de mirarnos los zapatos y levantemos la vista. Dejemos a un lado los intereses particulares vista porque si esta idea sale adelante, vamos a ganar todos", recomendó.