Una joven de 22 años fue agredida el pasado viernes en plena calle cuando volvía a casa del trabajo a medianoche. Además de llevarse un buen susto y un cabezazo, los dos asaltantes le robaron el móvil y el bolso. El suceso, que fue denunciado ante la Policía, tuvo lugar en el barrio de Valdefierro, en la calle Campillo de Llerena, cerca de la rotonda que da acceso a la avenida Gómez Laguna de Zaragoza.

La joven, que ha preferido mantenerse en el anonimato, se dirigía a su casa después de una jornada de trabajo en la Residencia Pignatelli. Según consta en la denuncia, se encontraba sentada en un banco de la calle Campillo Llerena mientras hablaba con una amiga por teléfono. Rondaban las 00.15 horas del sábado cuando dos jóvenes, de entre 16 y 17 años -según declaró- se acercaron para pedirle un mechero. Tras responder que no tenía ninguno decidió retomar su camino a casa.

«Tras caminar un par de minutos, de repente, escuchó a alguien correr por detrás», declaró ante la Policía. Al girarse, continúa, vio que uno de los chicos que le había pedido el mechero se dirigía hacia ella. Al verlo, se asustó y se echó a correr hasta que uno de ellos dos la alcanzó y «la agarró por el brazo rodeándole el cuello y apretando». Fue entonces cuando se inició un forcejeo.

En la denuncia se explica que ambos chicos «empezaron a empujarla y a forcejear» mientras trataban de robarle el bolso, que sujetaba con fuerza y que, además, al ser de mano llevaba enrollado en la muñeca con una correa.

El joven que le había agarrado por detrás se colocó delante de ella mientras seguía resistiéndose y gritando. Fue entonces cuando le «dio un fuerte cabezazo en la boca, dejándola aturdida» y sin fuerza, por lo que acabó soltando el móvil, explica en la denuncia que interpuso tras la agresión, que acompaña con un parte médico. Además del teléfono y el bolso, también le arrancaron los pendientes, según consta en el escrito. Explicó que cuando vio que ambos se marchaban echó a correr hasta la rotonda que lleva hasta Gómez Laguna, donde un conductor paró y llamó tanto a la Policía como a una ambulancia, que la atendió por el golpe.

AL TELÉFONO

Durante la agresión su amiga permaneció al teléfono. «Estaba hablando con ella y de repente dejé de escucharla y solo oía movimiento al otro lado hasta que empezó a decir que le habían robado el móvil con un grito que le salía de dentro», comentaba. Tras breves segundos, escuchó cómo un chico celebraba que el móvil que habían robado era un iPhone. Fue entonces cuando se dieron cuenta, según relató, de que había una llamada activada que colgaron. Inmediatamente volvió a llamar al número pero el móvil ya estaba apagado. Desesperada, admitió, llamó al novio de la joven agredida que acabó localizándola en la rotonda hasta donde habían acudido la Policía y los sanitarios.