Una vecina de Zaragoza que denunció a su novio tras sufrir malos tratos y violaciones vio cómo el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza se inhibía en favor de un tribunal ordinario porque consideraba que no era de su competencia este caso. La víctima no había completado el cambio de sexo físico y tampoco en el Registro Civil. Ahora ha visto cómo la jueza instructora a la que recayó el asunto tampoco lo acepta y lo devuelve al punto de origen.

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza señala en un auto que la víctima no solo se siente mujer, sino que dice que está en trámites de cambio de sexo y nombre en su documentación. Tras ello, recuerda que hay una circular de la Fiscalía General del Estado del 2011 en la que se señala que «aún cuando la mujer transexual no haya acudido al Registro Civil para rectificar el asiento relativo a su sexo, si se acredita su condición de mujer a través de informes forenses y psicológicos por su identificación permanente con el sexo femenino, estas mujeres transexuales pueden ser consideradas como víctimas de violencia de género».

Asimismo, describe otra realidad y es que «una parte de la población de este país, las mujeres transexuales, son víctimas de malos tratos por sus parejas varones, a lo hay que añadir que puede darse la circunstancia de que se trate de víctimas extranjeras que carecen de la posibilidad de acudir al procedimiento de rectificación registral».

La magistrada señala que la víctima se refiere así misma como mujer y que incluso señaló que estaba en trámites de cambiarse de nombre, por lo que no acepta asumir el caso y se lo devuelve al de origen no sin antes recordarle que se declaró competente para conocer de los hechos e incluso dictó una orden de protección».

El sospechoso, identificado como S. K., fue detenido tras ser denunciado por la víctima, quien aseguró que la controlaba y que la maltrataba. Quedó en libertad tras negar los hechos junto a su abogada, Candela Garries. El sospechoso tiene en su haber 11 detenciones, varias buscas cesadas y varios controles específicos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Unos antecedentes que, unidos al relato de la víctima, hicieron que el Cuerpo Nacional de Policía llevara a cabo una valoración del riesgo de la víctima, dando como resultado un nivel alto.