La reserva de agua embalsada en Aragón se mantiene en promedios preocupantes, según los datos difundidos ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Los pantanos de la comunidad tienen esta semana 4.885 hectómetros cúbicos, lo que representa un 64% del total de la cuenca cuanto la campaña de riegos aún se extenderá hasta finales de octubre. El porcentaje es, además, más bajo que el promedio de los últimos cinco años, pues de media se encara la primera semana de agosto con un 69% de la capacidad total acumulada. Sin embargo, si la tendencia se mantiene la comunidad general de Riegos del Altoaragón confía en cerrar el año sin restricciones de riego. «Salvaremos la temporada», aseguró el presidente de la entidad, César Trillo.

El agua acumulada en los principales embalses de la cuenca del Ebro podrá dar servicio a la totalidad de las necesidades previstas por las comunidades de regantes de la comunidad. La presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, indicó que la situación permitirá satisfacer «afortunadamente» todas las demandas. La situación más preocupante se da en la margen derecha, a causa de la sequía de precipitaciones de las últimas semanas, pero gracias a los embalses y la regulación hídrica se puede cubrir ese déficit para llegar al final de la campaña.

hábitos de cultivo / Los regantes recordaron que gracias a los nuevos sistemas de aspersión y goteo las segundas cosechas se extienden hasta casi el final de octubre, por lo que el agua es necesaria durante más semanas. Los últimos cultivos que se segarán serán el maíz, el girasol, la colza o la alfalfa. «Los hábitos de cultivo han variado bastante», reconoció Trillo.

Una vez asegurada el agua para este año hídrico, toca pensar en las próximas temporadas. Los agricultores saben que las sequías no se detectan en el primer año, pues las carencias se agua se deben a ciclos plurianuales. De hecho, que en el 2017 se marcara el mínimo de los últimos cinco años en la primera semana de agosto con solo un 59% de la capacidad total hizo saltar todas las alarmas. «Solo sabremos si nos podemos recuperar de una temporada tan seca el año que viene», expresó Trillo. Y puntualizó que en su opinión, con las lluvias normales no será suficiente y que hará falta «diluvios» para volver a la normalidad.

Una opinión más matizada tienen en la propia CHE, encargada de la regulación de las reservas. «Esperamos que el otoño sea bueno», deseó Pascual. «Somos afortunados porque en esta cuenca no tenemos un problema muy serio de escasez, cosa que sí que pasa en otras zonas de España», reconoció,

La margen derecha, que habitualmente suele tener mayores problemas de suministro por contar con menos elementos de regulación, esta semana ha marcado un registro muy superior a la media, pues está al 57% del total en todos sus pantanos. El promedio de los últimos cinco años había sido únicamente del 48%. Esta zona de riegos es la que incluye comarcas como el Jalón o Calatayud.

Por otro lado, desde la CHE señalaron que se mantienen los trabajos trabajando en la reparación del Canal de Aragón y Cataluña. El pasado viernes se puso en marcha el sistema de retrobombeo que permite abastecer a 18.000 de las 20.000 hectáreas afectadas. Se pretende que el resto pueda retomar la normalidad lo antes posible.