En las localidades de la costa valenciana o murciana todavía es habitual que la gente se excuse por la mala calidad del agua que sale por el grifo.

--Esto no hay que quien lo beba. Hay que usar embotellada, te dicen con cierto fatalismo.

Pruebas el agua y compruebas que no es de manantial precisamente, pero se deja beber si es el caso. Así que tranquilizas a tu interlocutor.

--No se preocupe usted, la de Zaragoza es también horrorosa.

--¿En Zaragoza? --te responden con absoluta extrañeza-- Pero allí, con el Ebro... ¡tendrán ustedes un agua estupenda!

Es el equívoco número uno. La propaganda de las administraciones controladas por el PP ha convencido a muchos levantinos de que en el Ebro hay agua no sólo abundantísima durante todo el año, sino de excelente calidad. Un recurso que, se les ha asegurado, podría llegar a las localidades de la costa mediterránea fácilmente y a precios tirados.

FUENTES OFICIALES Esta misma semana, en el marco del II Simposio sobre Sostenibilidad organizado por la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, el director general del Agua de la Región de Murcia aseguraba que el agua trasvasada desde el Ebro hubiera llegado a los regantes de su comunidad a precios no superiores a 8 céntimos el metro cúbico. Para ello, se supone, no sólo se renunciaría a recuperar un euro de las tremebundas inversiones precisas para transferir los caudales, sino que éstos deberían quedar sujetos a tarifas fuertemente subvencionadas. Facilísimo.

En opinión de los ecologistas murcianos (algunos de ellos bromean asegurando que ser ecologista allí es como intentar vender helados en el Polo Norte), las fuentes oficiales no han dejado de desinformar y maleducar a la opinión pública en todo lo relativo a la hidrología. Esas mismas autoridades han contribuido a explotar al límite los acuiferos (pozos de sequía autorizados por la Confederación del Segura), a someter a los ríos a servidumbres excesivas y a reducir al mínimo las cautelas medioambientales.

RIOS MORIBUNDOS En Castellón, las aguas del Mijares traen peces muertos. La Colla Ecologista denuncia que la Confederación del Júcar (la de ahora, que responde ante la ministra Narbona) no respeta el caudal mínimo. Fuentes oficiales lo desmienten. Lo cierto es que el Mijares apenas lleva agua en algunos de sus tramos. Por otro lado, todavía está pendiente proteger el hermoso paisaje de sus desembocadura, por Almanzora y Burriana. Tampoco se vigila la pesca ni la actividad humana en las zonas más sensibles. Pero no pasa nada. Es lo habitual.

Se supone que todos los vertidos al Mijares y a otros ríos llegan tras ser depurados. Mas al parecer las depuradoras fallan a veces. Hay urbanizaciones cuyas depuradoras no han llegado a funcionar nunca. Y en zonas orográficamente complicadas es difícil creer que los vertidos vayan a otro sitio que no sean pozos negros o emisarios sin control. Pese a todo, en Murcia y Valencia hay un respeto tradicional por el agua y su uso. Pero el poder político y social se ha cargado dicha tradición.