El cadáver de un águila perdicera, especie en peligro de extinción, fue encontrado el domingo por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en Canredondo de la Sierra (Soria). Tonda, que así se llamaba, estaba marcada con una anilla y portaba un emisor GPS de seguimiento. Así se constató que era una hembra que habitaba en el Sistema Ibérico en la provincia de Zaragoza.