CARGO PRESIDENTE DEL CENTRO DE ESTUDIOS BILBILITANOS DESDE HACE 17 AÑOS

TRAYECTORIA HISTORIADOR DE ARQUITECTURA LOCAL, CONSEJERO DE LA INSTITUCION DESDE HACE 25 AÑOS

--El centro de Estudios Bilbilitanos ha cumplido medio siglo de existencia ¿Qué tal lleva la edad?

--Bien, el hecho mismo de cumplir cincuenta años ya es buena señal, lo malo sería que no los hubiera cumplido. Medio siglo da para mucho, es una historia larga y, por lo tanto, con altibajos, como es lógico en cualquier institución. Pero de momento ha funcionado sin interrupciones y las previsiones le vaticinan muchos años más.

--¿Cuál ha sido su fórmula para conservarse tan bien?

--Yo creo que uno de los ejes fundamentales son los Encuentros de Estudios Bilbilitanos que, con una periodicidad más o menos fija de tres años, reúne estudios sobre Calatayud y su comarca. Otro de los cometidos principales del centro desde hace unos 25 años ha sido editar obras. Ya hemos superado las 80 publicaciones.

--¿Qué línea ha predominado?

--Se pueden agrupar en tres líneas. Una de investigación, que es lo que se recoge en los encuentros, pero también en monografías, centradas sobre todo en historia y arte. Otra es la reedición de obras agotadas, que reproducimos cuando es posible en facsímil. La tercera, que es la más atípica, porque no son estudios, es la línea poética, que lleva una docena de números. A ésta se han sumado los libros fotográficos, con seis publicaciones y otra en la imprenta.

--¿Qué aportó el centro en el 54?

--Cuando se creó lo aportaba todo, porque no había nada. El año 54 eran los tiempos de la postguerra y no sólo no había actividad cultural, sino que además estaba mal vista. Este centro nació libre de sospecha a partir de la Institución Fernando el Católico, controlada por la Diputación de Zaragoza. Aún así, cada cual capeó el temporal como pudo hasta los nuevos tiempos.

--¿Y cuál es ahora su papel?

--Como afortunadamente ya se ha liberalizado la cultura y hay otras asociaciones culturales, nosotros publicamos lo que nadie quiere publicar. Facsímiles antiguos o trabajos de investigación que no son rentables y que van dirigidos a minorías, aunque no sea nuestra intención.

--¿Algún proyecto por cumplir?

--Velar por el patrimonio arquitectónico de toda la comarca, no sólo para la conservación de los monumentos, sino también para que no desaparezca la arquitectura popular. Esta es una función que ya empezó a cumplir el centro en Calatayud a través del Consejo Sectorial del Casco Antiguo.

--¿Qué rasgos distinguen esta zona arquitectónicamente?

--En la arquitectura de Calatayud, a parte de Bílbilis, destaca el legado árabe capitaneado por el conjunto fortificado del siglo IX. Considero que existe una continuidad entre el arte musulmán y el múdejar del siglo XIV. Por ejemplo, mientras no se demuestre lo contrario, sostengo que la torre de Santa María de Ateca es un alminar, lo que sería un ejemplo evidente de un monumento anterior a la conquista cristiana que se ha tenido por mudéjar.