El vecino de La Almunia de Doña Godina que fue la primera víctima de la peligrosa banda de ladrones de la Ribera Alta ya está más relajado después de que tres de sus miembros estén ya en prisión. «Ahora respiro más tranquilo, aunque espero que pronto sea detenido el cuarto que falta», señala a EL PERIÓDICO.

Este hombre de 35 años reconoce que «sigue con el miedo en el cuerpo y la desconfianza». «Ya no volveré a meterme en una página de contactos, es muy triste que haya gente como la que me agredió», asevera. No obstante, no puede evitar reconocer que ha tenido «algo de suerte» en comparación con el triste final del vecino de Getxo, José Antonio Delgado, que fue enterrado vivo por los miembros de esta organización criminal.

También tiene palabras de agradecimiento para la vecina de Gallur que abrió las puertas de su casa, en la madrugada de aquel 26 de julio, después de ser amenazado, atado con bridas y haber recibido descargas eléctricas mientras le extorsionaban para conseguir el número pin de sus tarjetas. «Iba descalzo, ensangrentado, sucio y cuando llamé a su puerta no hizo otra cosa que protegerme, curarme y llamar a la Guardia Civil». «Le debo diez euros que me dejó para cuando volviera del hospital, no llevaba nada encima», afirma.

«Asimismo estoy muy agradecido por cómo me trataron aquellos agentes que me respetaron mucho, a pesar de que lo que estaba contando parecía algo de película».

Misma tranquilidad respira el vecino de Tudela que también fue víctima. Su abogado, el penalista zaragozano, José Cabrejas, quiso resaltar su satisfacción por el ingreso en prisión provisional de los arrestados, además de agradecer la labor realizada por la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Zaragoza y la UCO.