Más de 300 piezas del japonés Akira Yoshizawa, reconocido como el gran maestro del origami, se pueden ver desde hoy en Zaragoza, en la mayor exposición hecha en España sobre este artista que convirtió el plegado del papel en una actividad creativa y artística.

En la muestra, que permanecerá en la Escuela Museo Origami de Zaragoza hasta el 14 de mayo, se exhibe uno de sus modelos más conocidos, el gorila, acompañado de otros dos gorilas más pequeños, del que Yoshizawa decía que tenía casi más éxito que el mismo, ha relatado su cuñada, Tamiko Kikugawa.

Akira Yoshizawa nació y murió un 14 de marzo, de ahí que se haya elegido el día de hoy para inaugurar esta exposición monográfica, ha informado el director del museo, Jorge Pardo, quien ha subrayado las dificultades que han tenido para poder traer a la capital aragonesa este gran número de piezas.

Una exposición que se enmarca en la celebración de 2013-2014 como Año Dual España-Japón, algo que ha destacado Kikugawa por la oportunidad que se les ha ofrecido de participar en este evento.

Las creaciones de Yoshizawa, ha señalado su cuñada, han mantenido una línea recta pero al mismo tiempo con armonía. "Escucho el papel y converso él", decía el artista, quien esperaba que sus obras perduraran, llevando un mensaje de amor y amistad por todo el mundo.

Por ello, creaba en papel todo aquello que veía al tiempo que consideraba a la naturaleza su maestra, ha agregado Kikugawa, comisaria de la muestra junto a la viuda del artista.

Pero, sobre todo, le importaba mucho expresar en el papel sus sentimientos personales de lo que estaba viendo, ha señalado su cuñada, quien ha explicado en este sentido que en el caso de los animales primero los estudiaba en vivo.

En la exposición "Akira Yoshizawa. Creative Origami" se reúnen más de 300 piezas de las 50.000 que se calcula realizó a lo largo de su vida, entre ellas su autorretrato, además de carteles de otras muestras y libros sobre su obra.

También se puede ver una de las pocas grabaciones que existen del artista en pleno proceso creativo, que se proyecta en cuatro paneles móviles, precisamente realizando uno de sus modelos más emblemáticos, el cisne blanco, que también se muestra.

Máscaras, un caballo con formas suaves, una imagen de Buda y todo tipo de seres vivos, desde figuras humanas hasta pingüinos, conejos, osos, cangrejos o ranas, se exhiben en el museo zaragozano, junto a una pared con los signos del horóscopo o una vitrina con los animales del zodiaco chino.

La exposición se cierra con una gran vitrina en la que se representa una escena costumbrista de la vida cotidiana, con piezas como aviones, coches o barcos, al lado de una iglesia o unas monjas.

Los modelos de Akira Yoshizawa, quien visitó en dos ocasiones Zaragoza y al que el emperador japonés Hiroito le otorgó la Orden del Sol Naciente en 1983, uno de los mayores honores de ese país, ocupan casi todo el museo zaragozano y se muestran en vitrinas, colocadas durante tres días de una manera muy estética.

Han viajado a la capital aragonesa en dos grandes cajas de madera, con un empaquetado impecable para no estropear el plegado tan delicado, han explicado el director del museo y su cuñada.