Antonio Díaz nunca pensó que firmar una hipoteca podía ser tan caótico. «Ha sido una auténtica locura, aunque a mí, al final, parece que me va a salir bien», apunta este ciudarrealeño pero aragonés de adopción. Díaz, que lleva 14 años viviendo en Zaragoza, decidió aplazar la firma de su escritura, fijada para el pasado 23 de octubre, tras conocer la primera sentencia del Supremo indicando que sería la banca la que debería pagar el impuesto de actos jurídicos. «Vi la posibilidad de ahorrarme el tributo y decidí esperar», apunta.

Este pasado martes, Díaz perdió toda esperanza tras el fallo definitivo del Alto Tribunal, pero la comparecencia del presidente Sánchez le volvió a alegrar el día a este vecino de La Magdalena. De hecho, puede que sea uno de los pocos que se van a ver beneficiados del cambio. «Como ya tengo una oferta vinculante del banco y firmo la hipoteca el próximo martes espero que me mantengan las condiciones», subraya Díaz, que es muy consciente de que dentro de pocos días las entidades encarecerán sus préstamos para afrontar el cambio legislativo: «Está claro que al final los bancos se cobrarán de una u otra forma el impuesto».

Este aragonés de adopción, que calcula que se va a ahorrar unos 2.300 euros, considera que el citado impuesto «no debería existir» porque es «meramente recaudatorio». «No me parece bien que lo pague nadie, ni los hipotecados ni los bancos», subrayó Díaz, que aplaudió la decisión del presidente Sánchez. «Ha tenido que venir el Gobierno central a tirarle de las orejas a la Justicia; me parece que mucha gente va a dejar de tener fe en los jueces», señaló.

«El Supremo ha hecho un ridículo espantoso», insistió Díaz, que asegura que lo único bueno de todo este embrollo es que la gente dejará de confiar en las entidades financieras y firmarán con lupa todo lo que firman. Eso es precisamente lo que le aconsejaron en Adicae Zaragoza cuando Díaz fue a informarse de las opciones que tenía ante tanta inseguridad jurídica. «Los consumidores debemos estar unidos», sentencia Díaz.