Rafael Fernández de Alarcón presentó ayer en la comisión de Obras Públicas de las Cortes su plan de vivienda para el que, en realidad, solo tiene 1,3 millones para gastar a corto plazo. El programa cuenta sobre el papel con 40 millones, pero dependen de un convenio a firmar con el Ejecutivo central. No hay ni siquiera fecha para la rúbrica.

El proyecto abarca de 2014 a 2016. Llega con un año de retraso porque debe adherirse al estatal, que comenzó ya en el 2013. Aragón se incorpora tarde, según el consejero, porque durante el pasado ejercicio la consejería estuvo pagando deudas que habían dejado los socialistas correspondientes a su plan de vivienda. Ni siquiera esa parte se ha culminado porque el Gobierno tiene aún pendientes nada menos que 20 millones. Los pagará cuando sean autorizados por el Ministerio de Fomento.

El plan de vivienda 2014--2016 contemplará ayudas para el alquiler y para la rehabilitación. Serán estas dos líneas las que se llevarán la mayor parte del presupuesto --cuando llegue--.