-Al grano. Esto dijo Azcón el pasado viernes en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN: “La oposición en la ciudad la lidera el secretario general del partido comunista”. ¿Qué le parece?

-El alcalde se debe preocupar de liderar su Gobierno y de ayudar a los sectores afectados por la pandemia, no de tratar de certificar quién es el líder de la oposición. Que se preocupe por Zaragoza, que es su tarea.

-¿Por qué cree que lo dice?

-Trata de provocar a la oposición. Es muy triste que un alcalde cuyo papel debe ser tender puentes de diálogo y consenso, como dijo en su investidura y en el debate de la comisión de futuro, esté volando todos los puentes. Es un error, su papel no es ese. Su papel debe ser liderar su Gobierno, que en parte se lo están liderando desde la ultraderecha de Vox, que le marca el camino y las condiciones que él acepta para seguir sentado en el sillón.

-¿Es una estrategia del Gobierno PP-Cs?

-Es una provocación. Los liderazgos ni se decretan ni se autoimponen, son decisiones colectivas. Desde ZeC se está haciendo un muy buen trabajo de oposición y quiero entender esas palabras de Azcón como un reconocimiento a nuestro trabajo en la proposición y la denuncia de lo que está haciendo este Gobierno.

-¿Ha molestado a la izquierda?

-En la izquierda no tenemos que caer en las provocaciones del señor Azcón. Tenemos una tarea por delante muy importante que es hacer oposición a este Gobierno que no tiene modelo de ciudad más allá de hacer negocio. Lo vemos en las cuestiones urbanísticas, presupuestarias, o en la emergencia climática, de movilidad o vivienda. La tarea de la izquierda es hacer oposición y en el 2023 trabajar para que haya un Gobierno distinto donde las necesidades de la gente sean una prioridad. Si el alcalde se dedica a provocar, nosotros tenemos que hacer caso omiso.

-Cuando Azcón habló de los populismos y las 'fake news' en esa misma entrevista se refirió directamente a ZeC.

-Es la forma que tiene de desacreditar a todo aquel que considera un peligro. Somos un grupo que hacemos oposición con el rigor de haber gobernado y conocer este ayuntamiento. La sociedad sabe quién está mintiendo en la política, quién la está violentando en el conjunto del Estado y quién genera crispación. Es la derecha de la mano de la ultraderecha. Azcón se dedica más a hacer un trabajo más sucio de oposición que a ser alcalde.

-¿Cree que está gobernando con comodidad?

-El señor Azcón ha decidido armar una mayoría muy ajustada con la ultraderecha de Vox. Su mayoría es segura en tanto en cuanto las ideas que plantea Vox no le suponen ningún tipo de contradicción. Vox exige cuestiones muy graves como los recortes en cooperación, los chiringuitos antiabortistas o la eliminación de la lucha contra la violencia machista, cuestiones que son auténticos consensos sociales, que la ultraderecha ha venido a cuestionar y el PP lo comparte en la intimidad. En ese sentido a Azcón le es cómoda esa mayoría. Cs y el PP prefieren estar sentados en el sillón aunque se rompan consensos históricos en esta ciudad como la lucha contra la violencia machista, la homofobia… En ese sentido, claro que tiene una mayoría cómoda. Y lo que tiene también es muy poca palabra porque Azcón se comprometió a buscar amplios consensos porque de aquí salimos todos juntos y no es así. Prefiere sacar las cosas con 16 votos aunque deba ceder a cuestiones ultras de Vox que sacarlas con 29 votos y tener respeto a los grandes consensos de la sociedad. Es una decisión equivocada por parte de Azcón y de la señora Sara Fernández, que el Gobierno es de dos.

-¿Realmente es posible que haya consenso en algún asunto? Siempre hablan de que es posible desde ambas partes, pero prácticamente nunca se produce.

-Hay que pasar de las musas al teatro. Hay que tener voluntad de consenso pero también bajar a la letra fina. Por ejemplo: ¿estamos todos de acuerdo en que haya ayudas directas a los más afectados? Esta es una propuesta que todos los grupos compartimos y que si nos pusiéramos a hablar de cosas concretas llegaríamos a términos de acuerdo. Es decir, todos decimos que queremos ayudas directas pero cuando lo llevamos a pleno, PP, Cs y Vox votan que no.

-El equipo de Gobierno sí considera que están dando ayudas directas.

-Califican como ayudas directas lo que son bonificaciones fiscales, pero no se acierta a la hora de que lleguen a los que más lo necesitan. Por ejemplo, hacen una modificación al IBI de la que más de un millón de euros iba a los grandes hoteles de esta ciudad. Bueno, nosotros consideramos que estos no son tan afectados como los pequeños comercios. O se bonificaba igual a una farmacia que había estado abierta durante la pandemia que al bar de barrio. Lo pedimos todos, pero aun así se niegan a darlas.

-¿Por qué razón cree que lo hace?

-No termino de entenderlo. Tenemos un presupuesto expansivo de 825 millones que permite invertir en los sectores afectados y hay que hacer un esfuerzo por ayudar a hosteleros, comerciantes, taxistas... Hay que dejar la demagogia que tiene el PP, que en otras administraciones que no gobierna sí pide ayudas directas.

-Lo que sí es cierto es que no han llegado los fondos covid.

-Siempre va Azcón a dios rogando y con el mazo dando. No puede tener 25 millones menos de deuda y plantear rebajarla otros 37 millones en el 2021. A eso se dedica mientras tenemos al Gobierno de España, al de Aragón y a cualquier Administración endeudándose para poder aplicar el escudo social. Lo que hace Azcón es quitarse deuda y encima pide dinero a quien se está endeudando. También es cierto que hay una indefinición pero que cuando llegue la definición este ayuntamiento será respetado como todos.

-En la izquierda les molesta mucho que el equipo de Gobierno presuma de sus cifras en cuanto a acción social.

-Porque ahí no importa tanto la cantidad como la calidad. No es el dinero que se destina sino cómo se invierte. Tenemos un concepto de Acción Social como un concepto integral y no asistencialista. Podrá tener más dinero, pero si ese dinero lo utiliza para privatizar un contrato de la línea 900, ese no es nuestro modelo. El nuestro es contratar a trabajadores sociales para que den el servicio integral. En el ayuntamiento, por cierto, se han perdido casi cien trabajadores en un año y medio, muchos de ellos de servicios sociales.

-¿Qué es lo que menos le gusta del borrador de presupuestos?

-Que son unos presupuestos que consolidan los recortes. Se hizo el año anterior un gran recorte de 20 millones en políticas sociales aduciendo que era necesario y que en el momento que hubiese un presupuesto expansivo, se recuperaría. Pues bien, tenemos 25 millones de euros más y no se ha recuperado nada de eso. Y nos tememos que eso aún pueda ir a más.

-Al presentar el borrador se presumió de que el presupuesto alcanza a todos los barrios. En ZeC creen que se fija más en las plazas del centro y en la zona noble en general.

-Lo que ha pasado este año y medio es absolutamente objetivo. Y se ha visto que han invertido en la plaza Santa Engracia, en Salamero y en otras plazas céntricas donde vive la gente más pudiente mientras los barrios son abandonados. No hay más que ver lo ocurrido con la borrasca Filomena, cómo estaba la zona centro de limpia y cómo estaban los barrios. Este Gobierno, desde luego, no puede alardear de ejecución presupuestaria visto lo visto. Tenemos serias dudas de que sean capaces de hacerlo.

-¿Se refiere a aquello de ver para creer?

-En el presupuesto del 2020 el Gobierno dejó de ejecutar más de 50 millones de euros, y lo hizo después de hacer modificaciones de crédito prácticamente todos los meses por casi 50 millones. Hasta en diciembre hizo modificaciones y aun así se dejó 53 millones sin ejecutar en un año en el que tenía la posibilidad de hacer contratos de urgencia de una manera muy ágil. Teniendo esas herramientas demostró una gran incapacidad de gestión, lo que nos hace pensar que puede volver a haber muchas promesas incumplidas.