El alcalde de Batea (Terra Alta), Joaquim Paladella, ha zanjado este miércoles la polémica sobre la propuesta de secesión del municipio. Tras plantear la convocatoria de un "referéndum" para que esta localidad tarraconense de 2.000 habitantes cercana al límite con Teruel se separe de Cataluña y se incorpore a Aragón, Paladella ha rechazado sacar adelante la consulta. "Descarto absolutamente la segregación de Cataluña para ir a Aragón", ha manifestado el tras reunirse con el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Jordi Sierra.

Según Paladella, el consistorio ya sabía que legalmente "nunca ha sido posible" y la subdelegación le ha ratificado que el Estatut no lo permite. "Es extraño y ilógico que la Generalitat no lo haya dicho durante todo este tiempo", ha criticado el alcalde, quien ha vuelto a acusar al Govern de discriminación con el pueblo de Batea.

Paladella se ha quejado de que el 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, "se niegue" a recibirlo y ha asegurado que le pide una reunión "casi cada día".

El alcalde ha considerado que la prioridad es "los problemas de la gente y de Batea", entre los cuales sitúa los litigios para conseguir una parte del término municipal disputado con Gandesa, la masificación de proyectos eólicos o la ampliación de 30 plazas prometidas en la residencia de ancianos del pueblo.