Miguel Luis Lapeña, alcalde socialista de Fraga, no superó ayer la cuestión de confianza que había planteado con el fin de desbloquear los presupuestos del 2018, que habían sido rechazados por la oposición en el pleno del mes de diciembre.

Lapeña solo cosechó el apoyo de los seis concejales de su grupo, mientras que la oposición recogió nueve votos, los del PP, PAR, Compromiso por Fraga y Ciudadanos, mientras que Aragón Sí Puede se abstuvo.

Ahora, las formaciones disconformes con la forma de proceder de Lapeña disponen de un mes para presentar una moción de censura con un candidato alternativo. Si no lo lograran, por el motivo que fuera, los presupuestos del 2018 del PSOE se verían automáticamente aprobados y Lapeña conservaría el cargo de alcalde del municipio.

Las cuentas municipales elaborados por el equipo de gobierno ascienden a 12.152.000 euros, de los que 850.000 se destinarían a inversiones.

FALTA DE DIÁLOGO

La oposición alegó durante el pleno de ayer, que duró más de dos horas, que Miguel Luis Lapeña no había apostado por el diálogo y denunciaron que faltaba comunicación en el ayuntamiento entre el equipo de gobierno y el resto de los grupos. El regidor rechazó estas acusaciones. Hasta ahora, el PSOE había ido sacando los presupuestos gracias al apoyo de otras formaciones de izquierdas, pero ayer estos respaldos fallaron y Lapeña se quedó solo.

El poder se encuentra muy compartimentado en el Ayuntamiento de Fraga. El PSOE cuenta con 7 concejales, seguido por el PP, con 6, mientras que el resto de formaciones (Cs, PAR Compromiso y Aragón Sí Puede) tienen un edil cada una de ellas.

Lapeña se vio obligado a tomar la decisión de someterse a una cuestión de confianza a raíz de que no prosperara su propuesta de presupuestos para el 2018 en el pleno celebrado en diciembre del año pasado.

PROYECTOS

Lapeña reclamaba el apoyo del resto de partidos porque considera que la estabilidad es una garantía de desarrollo para la ciudad en un momento en que esta ha asumido retos como la plataforma logística y unos nuevos regadíos.

Además, el alcalde socialista se ha embarcado en la rehabilitación y recuperación para los vecinos de tres edificios: el antiguo colegio de San José de Calasanz, el bar restaurante Flavia y el salón del Ceicu. La idea es que acojan servicios como la UNED para mayores, un instituto musical y un centro cultural y juvenil, tres servicios muy demandados.